Flash - The Flash / EUA, 2023
Tras una larga espera causada por la pandemia, por fin llega a la pantalla grande Flash, la historia del veloz superhéroe (Ezra Miller) que, por desear evitar la muerte de su madre, altera su universo, tanto en pasado como futuro.
La historia parte del serial Flashpoint, publicado en el 2011 y su vasta historia fue compuesta por 60 narraciones publicadas en ese año bajo Flash u otros títulos.
Como comic del universo de DC, Flashpoint es increíblemente diferente a la película, muy compleja para detallar aquí, pero todo redunda en Flash cambiando la linea temporal de forma catastrófica.
Igual en el filme, pero en muy muy pequeño a comparación con el serial, Barry Allen y su deseo de salvar a su madre ocasiona un caos temporal donde no hay metahumanos en la Tierra: Superman no existe en la linea temporal y la sorpresa que ya no es sorpresa, Batman es interpretado por Michael Keaton y aparece Supergirl, interpretada por Sasha Calle.
Básicamente la historia es Barry Allen y su Flash tratando de entender qué está pasando, cómo puede lograr salvar su linea temporal, hasta que llega el General Zod (Michael Shannon), el villano de El Hombre de Acero con la idea de convertir a la Tierra en el nuevo Krypton.
Y la narración, desarrollo del drama, aventura y saga opera muy bien al principio con una mini reunión de la Liga de la Justicia salvando del día con Flash y la aparición de Ben Affleck, en lo que pudiera ser ya su última presencia como el Hombre Murciélago.
Luego damos paso a la linea temporal donde al principio todo parece cumplirse: La mamá de Barry (Maribel Verdú) está vivía, su padre no está en la cárcel y hasta cierto punto gracioso cuando se da cuenta que algo anda mal porque el que interpreta a Marty McFly en Volver al Futuro es Eric Stoltz (el original actor en el rol) y Top Gun su estelar es Michael J. Fox… y otro chiste, no hay Tom Cruise en el nuevo universo.
¿Y qué podemos decir después? Se termina la historia...
Claro que es emocionante ver a Michael Keaton portar la capa y capucha y hacer y deshacer a diestra y siniestra, pero la historia manejada por el director Andy Muschietti (realizador de Eso) comienza a perderse y diluirse con todo el frenetismo que se va acumulando en pantalla.
La última media hora es emocionante, pero de golpe y porrazo se convierte en un plomo total cuando la mismísima Supergirl que sale a poner orden es echada a un lado, Batman igual y claro, la historia es Flash pero... ¿cuál historia?
El dilema de la catástrofe temporal que ha hecho Barry se convierte en un largo segmento de cameos creados por efectos especiales de computadora, malos efectos y diseños, unos dignos de ¡WOWs! y muchos más que parecen palmaditas para DC en la espalda por todo lo que han logrado a través del tiempo.
La historia, bien gracias, y en parte se debe a que aligeraron demasiado la carga entre serial de comics y la película, evadiendo mucho del peso que sufre Barry Allen cuando se da cuenta de lo que ha causado.
Aquí se limita a darse cuenta de que su yo alterno es un tonto que no ha tenido que sufrir para lograr conquistas, mientras que en el comic son las consecuencias catastróficas y su decisión de salvar a su madre pesa mucho más cuando ve amigos convertidos en enemigos que están acabando con la Tierra.
Cedo que la última escena de la película, hasta yo aplaudí, pero luego de ver la película y analizar el pasado del hombre más rápido sobre la Tierra…