Gracias AMLO, lograste que PRI-PAN-PRD y la ciudadanía nos juntáramos

El 19 de agosto se llevó a cabo en Cintermex, en Monterrey, Nuevo León, el segundo Foro del Frente Amplio por México titulado “Un futuro viable para México”, donde Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y SantiagoCreel brindaron sus opiniones sobre la pobreza, la disminución de la desigualdad y la protección al medio ambiente.

Cada uno de ellos, de acuerdo a su preparación, experiencia, conocimientos y visión, expusieron ante un auditorio de alrededor de 500 personas, integradas por priistas, panistas, perredistas y miembros de las organizaciones de la Sociedad Civil que han venido trabajando para darle forma, sentido y objetivo democrático a este nuevo método ciudadano.
No fue un debate, pero sí fue un conversatorio ágil, dinámico y bien moderado por Valeria Moy y Ezra Sharot.

Los asistentes y quienes lo siguieron en redes sociales, tuvimos la oportunidad de conocer las cualidades de Beatriz, Xóchitl y Santiago:
- No tengo duda que los tres tienen amplia experiencia política; sin embargo, debo decir que el amigo Creel se me hizo un representante de la política de los años 80s: bien trajeado, zapatos lustrosos, saco y corbata impecable, pero con un lenguaje demasiado teatral y rebuscado.
- Beatriz mostró un músculo y conocimiento político muy actualizado, así como dominio total de sus expresiones y conocimiento preciso de la situación política actual.
- Gálvez hizo sus intervenciones en forma muy estructurada, acreditando sus dichos y aprovechando el tiempo que le asignaron para lograr transmitir su mensaje en forma muy sencilla, frases cortas y con contenido; pero además incluyó temas que indican su visión del futuro para los mexicanos: innovación, robótica, Inteligencia Artificial, Internet 5G... todo basado en una educación publica para todos en cualquier región del país.



Es imperativo destacar que esta reunión multipartidista y ciudadana, me llevó a concluir que la sociedad de nuestra nación está entrando en una etapa diferente a la de hace unos años.
Reunir a priistas con panistas o de otros partidos políticos era impensable; la rivalidad llegaba a la negación de sentarse juntos, incluyendo en un evento social.

Las campañas electorales eran luchas con golpes, majaderías, recordatorios de madre... sin dejar de olvidar secuestros de ambas partes para robarse las casillas o hacer el “ratón loco, relleno de urnas, movilización de gente para votar una y muchas veces más”.

