Hubris: cuándo creerse Icarus no es solo presunción

Emiliano Calvert DETONA® Subir en liderazgo sin freno puede ser como volar muy cerca del sol.
https://vimeo.com/1091444957
No porque el sol queme, sino porque la arrogancia te hace olvidar que las alas se derriten.

Bienvenido al fascinante y peligroso mundo del síndrome de hubris.

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¿Qué demonios es eso del hubris?

El término viene del griego antiguo y es la mezcla letal de orgullo desmedido y sobreconfianza, con un ligero toque de desprecio por todo lo que no sea tu genio.

Es esa “ceguera de éxito” que hace creer a alguien que es invencible. 

David Owen, exsecretario británico de exteriores, lo estudió como un trastorno adquirido en líderes poderosos: impulsividad, desprecio por el consejo ajeno y pérdida de contacto con la realidad.

Lo documentó en presidencias y primeros ministros británicos y estadounidenses. 

Ojo, no es narcisismo clínico, es algo que ocurre después de cierto poder prolongado.

El talento y la paranoia por el control pueden terminar convirtiéndose en autoengaño masivo.

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Personas vs. Equipos: hubris individual y grupal

  • Individuos con hubris: un CEO que ignora críticas, cree que tiene la fórmula mágica y despacha los consejos con una sonrisa irónica. Su caída puede ser en picada, pero gradual: errores, decisiones enormes, pérdida de patrimonio y alma profesional.
  • Grupos con hubris: se comportan como cultos corporativos. Según Atlassian, se forma una “cultura de autorreferencia” donde nadie cuestiona, no hay curiosidad externa y las relaciones con clientes o realidad desaparecen. Resultado: decisiones malas, repetidas y sin corrección. 

Ese group hubris es como un pozo rápido: te atrapa en silencio, y cuando notas que estás dentro, ya te tragó el suelo.

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Casos reales (donde todos cerraron vista)

  • Uber o Enron: dos empresas que volaron alto... hasta que su exceso de confianza los estrelló. El éxito reforzó creencias arrogantes, destruyó sensores de realidad y provocó decisiones suicidas. 
  • Ejemplos políticos: Neville Chamberlain creyó que Hitler se contentaría con una promesa de paz; Tony Blair siguió con la guerra sabiendo que no había estrategia. Ese es hubris puro: el fracaso no es solo resultado, es efecto de creer que eras invencible.
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¿Se puede evitar el hubris?

Yes, pero necesitas humildad:

  • Disciplina de contrapesos: juntas independientes, consejeros críticos, mecanismos de revisión real. Insead lo resume bien: sin humor, sin humildad ni dosis de realidad... el hubris se reproduce. 
  • Roles de “fiscalización” emocional: alguien que revise tu ego como quien revisa correos urgentes. No para darte palmadas, sino para decirte "ya parale, estás en modo Icarus".
  • Checkpoints familiares o externos: líderes que confían en su círculo cercano amigos, familia, excolegas normalmente ayudan a detectar señales antes de que exploten. Esa red real y no jerárquica es tu alerón amarrado a la humedad del ego.
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Hubris en grupo: cuando todos creen ganar

Aquí entra el groupthink: la homogeneidad mental lleva al “sí, jefe”, al “mejor no decir nada” y a ignorar datos fríos.

El grupo se cree infalible... y se va al pozo. 

¿Solución? Establecer roles específicos como el abogado del diablo y fomentar diversidad de criterio, invitando expertos de fuera o haciendo consultas sin filtro.

Nunca más “decidimos porque sí”.

Resumen brutal (sin caretas)

Realidad incómoda

  • El éxito es el mejor acondicionador… del ego
  • Volar alto + sin autocrítica = caída segura
  • El equipo también puede drogarse con su orgullo

La verdadera lección

  • Checa tu ego antes de que el ego te chequee un día
  • Necesitas al menos dos frenos: debate sincero y humildad
  • El groupthink es un club sin salida; romperlo salva
En fin… 

Si hoy te sientes imparable, cuidado: puede que no seas “visionario”, solo estés entrando en modo hubris on fire. Y ojo, el hubris no se detecta en tu foto de LinkedIn con los brazos cruzados, se detecta cuando ya nadie se atreve a decirte “oye, compa, la estás regando”.

La cura no es mística: es tener a alguien que te baje del pedestal con un “relájate, campeón” antes de que la caída sea impactante.

Porque sí, volar alto está bien… siempre y cuando no termines como Ícaro versión corporativa: derretido, chamuscado y con tu ego en remate de segunda mano.
https://vimeo.com/1089261994
https://vimeo.com/1015118818
Emiliano Calvert

Motivated LAE with 6 years of experience in comprehensive industrial waste management, and 1 year in Health care industry. Focused on creating, motivating, and developing results-driven teams, capable of analyzing problems and turning them into opportunities. Dedicated to systematizing through processes and methods to ensure the sustainability of results.
Alivia Operations Analyst
•⁠  ⁠Manage the behaviors of each disease to achieve the necessary supplies of medication.
•⁠  ⁠Investigate systems on the market for information management and improve decision making.
•⁠  ⁠Analyze times and movements of each of the clinics in the country and streamline logistics, inventories and purchases.