Hugo Aguilar, más allá del lugar común
Es comprensible, hablaba ante la presidenta Sheinbaum y quizá no tenga caso seguirse concentrando en eso de la “justicia humanista para todos, la refundación de la justicia en México, la Corte que surge de las urnas y del pueblo y pondrá fin a las injusticias, el Tribunal que protegerá a los débiles de los fuertes, la Corte pluricultural, la justicia de puertas abiertas, el fomento a la honestidad, el combate a la corrupción, la Constitución como espada y escudo”, etcétera.
Lo destacado estaría en la segunda parte del mensaje. Hugo Aguilar comprometió cuatro factores medibles:
- No más rezago judicial.
- Nuevas reglas de gestión para agilizar los trámites.
- Que la austeridad no condene a la precariedad a los tribunales.
- Que la Corte sea una del siglo XXI, tecnologizada.
Lo veremos.
Comprometió, asimismo, algo menos tangible, pero también rastreable: la aceptación de la Corte a la mirada de los organismos internacionales y el respeto al escrutinio de los medios de comunicación.
Es su palabra desde la “renovada visión y perspectiva de la justicia en México”.