Juegos olímpicos
Una vez más, el espíritu olímpico logró vencer un obstáculo que se le presentó con la pandemia del coronavirus.
En 125 años de historia de la era moderna, los Juegos Olímpicos han sobrevivido a problemas sociales, crisis económicas, guerras mundiales y, por supuesto, pandemias.
Cada cierto tiempo, la llama del fuego olímpico resiste a los embates que se le presentan, pero nunca se ha apagado en su totalidad, un espíritu que hoy mantiene en pie la celebración de la trigésima segunda edición, a efectuarse en Tokio del 23 de julio al 8 de agosto.
La realización de la edición 2020 parecía tan lejana, luego de que hace casi exactamente un año, el 24 de marzo de 2020, se decidió posponer la justa a raíz de la contingencia del virus del SARS-CoV2, que ha afectado a más de 128 millones de personas y cobrado la vida de 2.8 millones.
Indudablemente, el espíritu olímpico llegó para quedarse desde que la impulsara el barón Pierre de Coubertin, en 1896, durante los primeros Juegos de la era moderna celebrados en Atenas, Grecia.
LA GUERRA
A partir de ahí, el primer gran obstáculo que superaron los Juegos fue la Primera Guerra Mundial, luego de la suspensión de la sexta edición (1916) cuya organización estaba destinada a Berlín.
Sin embargo, cuatro años después, en 1920, las olimpiadas regresaron en plena pandemia de Gripe Española para realizarse en Amberes.
Las ediciones 12 y 13, a realizarse en Helsinki y Londres, en 1940 y 1944, fueron aplazadas en las mismas sedes para 1948 y 1952, debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Estos hitos bélicos marcan un parteaguas también en el olimpismo porque a partir de ahí comenzó una historia ininterrumpida, cada cuatro años, hasta el verano pasado, cuando se aplazó, por primera vez, a raíz de una pandemia.
Dentro del lapso señalado (1948-2020) los Juegos también vencieron tensiones sociales, diplomáticas y hasta boicots dentro de la misma organización.
MEXICO 68 Y LA MATANZA DE TLATELOLCO
Entre ellas destacan la celebración de los Juegos de México 1968, mismas que comenzaron 10 días después de la Matanza de Tlatelolco; mientras que cuatro años después, en Múnich 1972, se enlutaron por la masacre a 11 miembros de la delegación israelí, ultimados por el grupo terrorista denominado como “Septiembre Negro”.
Otro aspecto destacable fue la sobrevivencia a la “Guerra Fría” que caracterizó a dos potencias económicas: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y Estados Unidos.
Dicha tensión afectó los intereses deportivos de ambos bandos, pues mientras la delegación “gringa” se negó a asistir a los Juegos de Moscú 1980, la URSS hizo lo propio en Los Ángeles 1984.
Y así llegamos al nuevo milenio con otras dos “vallas” que los Juegos lograron derribar, como la organización de Beijing, China, en 2008 durante el año de la recesión mundial y la ya mencionada pandemia del COVID-19, que por primera vez hizo que las olimpiadas se efectúen en año impar.
