La ficción del culpable universal: por qué los líderes culpan a otros (y cómo dejar de creerles)

Carlos Chavarría DETONA® Se ha convertido en costumbre del Siglo XXI, que los lideres políticos utilicen a personajes políticos, incluso ajenos , como la razón que explica lo que en realidad es originado por la crisis de incompetencia para atender y resolver los problemas por los que atraviesan sus representados en el poder.
https://vimeo.com/1091496933

Populismo o no, la verdad es que vivimos una época donde a pesar de la seriedad de los problemas y amenazas que se padecen, la norma es el buscar culpables en otras órbitas,sean  del pasado o de otras geografías para adjudicarles los pobres resultados de la administraciones imperantes.

 

I. La Crisis Moral que Prepara el Terreno para el Chivo Expiatorio

La narrativa ha sido, desde el inicio de la civilización, la herramienta más poderosa para forjar la identidad de una sociedad y su visión de futuro, sin embargo, en el siglo XXI, este motor fundamental ha sido secuestrado por líderes y agentes políticos que buscan desviar la atención de un problema que, en esencia, es interno y moral.

La raíz de nuestra actual crisis de representación no es solo económica, sino social, alimentada por lo que el filósofo Michael J. Sandel llama la "tiranía del mérito." 

Esta tiranía surge cuando las élites globales, convencidas de que su éxito es enteramente fruto de su talento y esfuerzo (la arrogancia meritocrática), fallan en reconocer la dignidad del trabajo de quienes se quedaron atrás, este fracaso genera resentimiento y desempoderamiento, creando el caldo de cultivo ideal para la simplificación política.

En este vacío moral, las narrativas de control ofrecen un falso consuelo, la culpa de la desigualdad, la corrupción y el estancamiento se proyecta en un único agente totalizador —ya sea el "neoliberalismo global," el "imperialismo," "el pasado corrupto," o la "prensa enemiga"—.

Esta reflexión propone una contra-narrativa, desmantelar la comodidad de este villano universal para restaurar la agencia soberana de los ciudadanos y la responsabilidad individual de sus líderes.

 

II. El Mecanismo Sacrificial: Un Truco Social para Evitar la Responsabilidad

La estrategia de culpar a una fuerza externa o a un enemigo de la historia no es nueva, es un mecanismo social arcaico, analizado por René Girard bajo el concepto del mecanismo del chivo expiatorio.

Este método permite a una sociedad redirigir las tensiones, la frustración y la violencia latente —generadas por las fallas internas— hacia una víctima designada.

Al hacerlo, se logra una paz social y una unidad política artificiales.

El populismo contemporáneo utiliza este truco social a gran escala, al identificar un único culpable abstracto del colapso social, se logra la unidad sin la necesidad de resolver las complejidades sistémicas.

Se traza una frontera moral simple entre el "pueblo puro" y el "enemigo impuro", in embargo, esta narrativa de conflicto elude dos realidades cruciales que son de índole estrictamente doméstica:

  1. Neutralidad del Proceso: La globalización no es una ideología ni una conspiración; es un proceso neutro de interconexión económica y cultural. Los beneficios del comercio mundial son innegables.
  2. Asimetrías Domésticas de Distribución: El problema no es la generación de riqueza, sino cómo se distribuye, el destino de esa riqueza depende enteramente del marco regulatorio, fiscal y educativo de cada Estado-Nación, si un país carece de inversión en capital humano o de un sistema fiscal progresivo, los beneficios se concentrarán inevitablemente en la cúpula, dejando a los vulnerables sin protección, culpar a la globalización por la desigualdad es como culpar a la lluvia por la inundación cuando se vive en una casa sin tejado.

Esta simplificación desvía la mirada de la ineficiencia gubernamental. Permite a los líderes posicionarse como víctimas heroicas que luchan contra un sistema mundial o histórico, en lugar de ser juzgados como gestores ineficientes de los recursos nacionales.

III. El Liderazgo que Gobierna con Subsidios, No con Desarrollo

El liderazgo político que se adhiere a la narrativa del chivo expiatorio construye su poder en torno a su propia figura como agente salvador, para el populismo de cualquier espectro, el enemigo universal justifica programas que sustituyen el desarrollo productivo por la transferencia inmediata de recursos.

El uso de programas de transferencia monetaria asistencialista (PTMAs) se presenta como la máxima expresión de la "justicia social," pero cumple una doble función de control que profundiza la crisis moral de la meritocracia:

  • Refuerzo de la Dependencia (Control Social): Los PTMAs se vinculan emocionalmente a la figura del líder, el mensaje es claro, solo él puede "arrebatar" la riqueza al enemigo para distribuirla. Esto consolida una relación de dependencia inquebrantable entre el votante y el gobernante.
  • Ausencia de Dignidad Productiva (Crisis Moral): Al enfocarse en la redistribución inmediata sin fomentar la capacidad productiva individual o invertir en capital humano, el liderazgo evita las reformas estructurales profundas (educación de calidad, innovación, diversificación económica) que tardan años en dar fruto, el énfasis en la dádiva, sin la creación de riqueza que valide la contribución real del ciudadano (el principio moral de Sandel), condena a la población a una dependencia continua del Estado, garantizando la perpetuidad del liderazgo.

IV. La Respuesta Ciudadana: Exigir Soberanía y Productividad en Casa

La verdadera madurez política exige rechazar el consuelo de la simplificación y abrazar la complejidad de la responsabilidad, la desigualdad, el estancamiento y la corrupción no son fenómenos importados; son el resultado de decisiones tomadas por líderes y élites domésticas.

La contra-narrativa a la manipulación debe centrarse en la Auto-Auditoría Interna y la Restauración del Valor de la Contribución del ciudadano:

  1. Responsabilidad Fiscal y de Gobernanza: El enfoque debe pasar de la "lucha contra" un enemigo externo a la transparencia radical en el manejo de fondos públicos. Esto implica combatir la corrupción sistémica y garantizar la independencia total de las instituciones de control fiscal, la riqueza de la nación no se fuga por la globalización; se disipa por la ineficiencia y las decisiones interesadas de la gestión doméstica.
  2. Inversión en Carácter y Productividad: El antídoto real contra la desigualdad y el desempoderamiento es la inversión en capital humano, esto significa priorizar sistemas educativos que preparen a los ciudadanos para los mercados de alta tecnología y crear incentivos reales para la innovación, una población calificada y educada es una nación con una distribución de beneficios más equitativa, pues su valor productivo es menos vulnerable a la deslocalización.
  3. Exigencia de Definiciones Claras: La ciudadanía debe rechazar los términos comodín sin definición operativa, cuando un agente político recurre a abstracciones como "globalismo," "izquierda" o "neoliberalismo," el ciudadano debe demandar: ¿Cuáles son las políticas concretas? ¿Quién gana y quién pierde con ellas? La ambigüedad es el primer paso de la manipulación.

V. Conclusión: Dejar de ser Víctimas, Exigir Excelencia

La narrativa del villano totalizador es una forma de pereza mental que nos permite ser víctimas sin asumir la responsabilidad de las soluciones, las narrativas de control prosperan en la ignorancia y la elusión.

La contra-narrativa no busca un retorno al status quo, sino una llamada a la soberanía crítica, reconocer que los efectos perniciosos de la interconexión global son un resultado directo de la incompetencia, la mala gestión o las decisiones interesadas de los líderes domésticos es el primer paso hacia una verdadera justicia social.

El desafío de la crítica constructiva es claro: dejar de buscar chivos expiatorios en el extranjero o en el pasado y empezar a demandar excelencia y equidad en casa.
https://vimeo.com/1115590494
https://vimeo.com/1115590526
https://vimeo.com/1015118818
Carlos Chavarría

Ingeniero químico e ingeniero industrial, co-autor del libro "Transporte Metropolitano de Monterrey, Análisis y Solución de un Viejo Problema", con maestría en Ingeniería Industrial y diplomado en Administración de Medios de Transporte.