La jugada maestra de AMLO

Agustín Gutiérrez Canet DETONA hoy: Ante cualquier problema, el gobierno mexicano lo enfrenta con retórica propagandística.
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 Es cada vez más notorio que Estados Unidos toma la iniciativa en temas como migración y drogas, mientras que México reacciona con declaraciones simbólicas, a veces contradictorias, pero sin obtener resultados favorables a nuestro País.

Ante cualquier problema, el gobierno mexicano lo enfrenta con retórica propagandística.

Después de conversar el martes con el presidente Biden, el primer mandatario dijo que ambos países seguirán trabajando “en temas como la migración con dimensión humanista, el tráfico de drogas y armas y, sobre todo, en cooperación para el bienestar de los pueblos más pobres de nuestro continente”. 

No se puede calificar como humanista la muerte de 40 migrantes centroamericanos, ocurrida en instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, y peor aún sin que ningún alto mando del INM pague las consecuencias.

La política migratoria de México es un desastre:

No sólo carece de humanismo, es servil a Estados Unidos desde que Marcelo Ebrard convirtió a nuestro país en el patio trasero de la Border Patrol, el 15 de noviembre de 2018 en Houston, cuando se doblegó ante Mike Pompeo y aceptó “Quédate en México”, pidiéndole su complicidad para ocultar a los mexicanos la verdad, y a cambio recibir el apoyo estadounidense a su candidatura presidencial por servir a sus intereses, según escribió el entonces secretario de Estado en sus memorias Never give an inch (Nunca ceder en nada).

Hace más de cuatro años y medio, en diciembre de 2018, Ebrard anunció casi 6 mil millones de dólares de Estados Unidos para el desarrollo centroamericano, pero ni Trump ni Pompeo enviaron un solo dólar para “construir una Centroamérica más próspera y segura y así, abordar las causas subyacentes de la migración con el objetivo de que los ciudadanos puedan construir mejores vidas para ellos y sus familias en casa”. 

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A Ebrard le tomaron el pelo los estadounidenses

No hubo ayuda de EU pero en cambio sí fueron desplegados 30 mil militares mexicanos de la Guardia Nacional en las fronteras sur y norte, tal como lo exigió Trump con el garrote de los aranceles.

México, que presume ser país independiente y soberano, aceptó sin chistar la aplicación extraterritorial en nuestro país del Título 42, que hoy expira, con el pretexto de prevenir la propagación de Covid-19. 

El sucesor de Trump necesita desesperadamente del gobierno de López Obrador para contener la ola de migrantes, hoy a punto de desbordarse a lo largo de la frontera. Veremos escenas dramáticas.

Biden sabe muy bien que su futuro político depende en cierta medida de AMLO, pues si éste deja pasar a la muchedumbre agolpada en las garitas fronterizas, podría perder la reelección el año próximo.

Trump, agradecido, atizará el fuego xenófobo para regresar a la Casa Blanca, con la ayuda de su amigo mexicano. 

AMLO está consciente de que cuenta con una poderosa herramienta de negociación con el tema migratorio para disuadir a Biden a no intervenir en las políticas interna y energética.

‘Si apoyas a las ONGs adversarias a mi gobierno y te metes en contra de Pemex y de la CFE, dejo pasar a los migrantes’. 

Sin duda, sería una jugada maestra pero no deja de ser perverso tratar de usar a los migrantes como carne de cañón y aparentar ser protector de ellos.

‘Si apoyas a las ONGs adversarias a mi gobierno y te metes en contra de Pemex y de la CFE, dejo pasar a los migrantes’. 
Sin duda, sería una jugada maestra pero no deja de ser perverso tratar de usar a los migrantes como carne de cañón y aparentar ser protector de ellos.

DETONAMOS este artículo publicado en Milenio, con autorización de su autor.

Agustín Gutiérrez Canet

Periodista y Embajador de México en retiro. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Diplomático de carrera, representó a México como embajador en Rumania (2013-2016), en Finlandia, concurrente en Estonia (2008-2013) y en Irlanda (1995-1996). Fue cónsul general en Hong Kong y en Macao (1991-1995), ministro y jefe de cancillería en España (1989-1991), consejero en Italia (1985-1986) y representante alterno ante la FAO en Roma (1986-1987). En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002).