La Sirenita - The Little Mermaid / EUA, 2023

Director: Rob Marshall. Guion: David Magee. Actores: Halle Bailey, Jonah Hauer-King, Melissa McCarthy, Javier Bardem y Daveed Diggs como la voz de Sebastián. DOS ESTRELLAS Y MEDIA.

Gran curiosidad ha despertado el estreno de La Sirenita, el “live action” basado en la versión animada de 1989 sobre el cuento de Hans Christian Andersen sobre la joven criatura del mar que se enamora de un ser humano.

Ahora en manos de Rob Marshall, director de películas de Disney como Piratas del Caribe: Navegando en Aguas Misteriosas, El Regreso de Mary Poppins y más atrás Chicago, la película con gente de carne y hueso y efectos especiales por computadora es un espectáculo visual, pero no más.

La historia es de Ariel (Halle Bailey), y como decide romper todas las reglas y desobedecer al Rey del Mar (Javier Bardem), con la pócima mágica de Úrsula (Melissa McCarthy) logra tener piernas para explorar el mundo de Eric (Jonah Hauer-King) del que se ha enamorado.

Y así es, la versión “live action” de La Sirenita es una adaptación fiel a la linea y directriz de los Estudios Disney de modernizar sus producciones, y a como dé lugar, adaptarla a los tiempos.

Por ende, el mundo de Ariel bajo el mar y el de Eric sobre la tierra, es un universo donde todas las razas del planeta coexisten, aunque sea imposible, pero ahí vemos anglosajones viviendo con afroamericanos, con asiáticos, con latinos, con lo que se les ocurra. Tipo Bridgerton, la serie de Netflix que también ha logrado mucha controversia por hacer negra a la reina Carlota de Inglaterra.

Haciendo la controversia a un lado, el resultado final que se ve en pantalla y lo que se aprecia es el relleno que el guionista David Magee le metió a la trama para hacerla con una duración original de 1 hora con 15 minutos 2 horas 15 minutos.

Para empezar, la trama la quieren hacer “seria”, así entre comillas, o sea es hacer un drama de la juventud de Ariel y su curiosidad por los humanos. Y si antes Disney era “aquí los adultos mandan”, ahora es que los adolescentes rompan las reglas y que se las “rifen” solos al fin que van a salir ganando.

Música nueva, situaciones nuevas que vive Ariel junto con sus amigos Sebastián, el Cangrejo (sensacional con todo y su canción “Bajo el Mar”) y Flounder (totalmente X), y la que se roba el filme es Scuttle (la voz de Awkwafina).

Claro que la McCarthy devora la pantalla cada vez que aparece como la pulpo. Ahora no es mala por ser mala, ahora es mala porque el Rey del Mar la desplazó de la familia.

Está bien aplicar la física, que la luz no penetra a las profundidades, pero muchas veces las tomas son lúgubres y demasiado oscuras en el reino bajo el mar, que no permiten apreciar bien el lujo que existe en el fondo del mar, por ejemplo, por seguir la “realidad”, Flouder ahora es de colores pálidos y se confunde demasiado.

Luego hay que considerar también: ¿cómo es posible que se incendie un barco de madera en medio de una tormenta? Ahí sí que se saltaron todas las leyes de la física y química.

Y de hecho, tanto efecto especial ahoga a los humanos. Se pierden montajes de efectos por computadora y hasta Javier Bardem se pierde junto con las hijas sirenas en el trasfondo de pantallas verdes.

Precisamente no me gustó Halle Bailey pero al revés, cuando está bajo el agua luce, pero cuando está en tierra firme se pierde su presencia. No llena la pantalla.

Música nueva, música vieja y montajes y trama que ha veces es más rollo que trama… lo único que hace es que se sienta larga.

El final es al revés volteado, se cambian el orden de los factores, pero le es fiel al clímax de la caricatura clásica.

Aún así, Disney logró un clásico con La Sirenita de 1989 y siento que ya ha llegado al tope el afán de llevar todas las caricaturas de su catálogo a “live action” nada mas por decir “yo puedo y se aguantan”.

Esta Sirenita por un pelo se nos ahoga en un vaso de agua.

TE DEJAMOS EL TRAILER:
Justo Elorduy Hevia

Nacido en 1958, año de estreno de El Puente Sobre el Río Kwai. Crítico de cine y por 34 años analista del género en el periódico El Norte. Amante de la magnificencia de la pantalla grande. Y no hay sustituto. Lo que se ve en la pantalla grande, se queda en la pantalla grande.