"No matarás" equivaldría a decir: "¡No te despreocuparás del Otro!"

¿Cómo podemos prevenir los comportamientos maliciosos? ¿Cuál es el componente social que detona la maldad? ¿Qué lleva a una persona a cometer un asesinato?

El pasado 21 de febrero, poco antes de entrar a clases en el turno vespertino de la escuela secundaria Oficial 0518 Anexa a la Normal de Teotihuacán, en el Estado de México se enfrentaron a golpes dos estudiantes adolescentes.

Sus compañeros se limitaron a videograbar el hecho con sus teléfonos celulares. "Banalidad del mal”, diría la filósofa judía Hanna Arendt.

La escena fue terrible.

Con una piedra en mano, la agresora de 15 años golpeaba con fuerza el cráneo de Norma Lizbeth.

Entre los espectadores, algunos reían y otros mostraban su asombro, dijeron ser testigos del hecho; situación que me hizo recordar un libro llamado “Hacer el mal” escrito por la doctora Julia Shaw, el cual deja en claro que todos tenemos cierto grado de maldad de un modo u otro, y que actuamos con mezquindad alguna vez en la vida, pero las peores personas son las que carecen de herramientas para reprimir sus más bajos instintos. 

La ira desatada por la adolescente en contra de Norma Lizbeth era incontenible, al grado que empezó a darle puñetazos en el rostro hasta fracturarle la nariz.

“Nadie hizo absolutamente nada para separarlas”. Seguían sujetando su teléfono y grabando lo que consideraban un espectáculo.

Pienso en aquella frase de Martin Luther King: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”. 

Norma Lizbeth tenía tiempo pidiendo ayuda, porque era constantemente acosada y hostigada.

Sus padres acudieron a la escuela a reportar el “bullying” del que era objeto y la directora se comprometió a tomar cartas en el asunto, pero “todo siguió igual”.

Esto nos invita a preguntarnos cuántas veces hemos sido testigos del hostigamiento hacia una persona y no hemos sido capaces de intervenir, o bien, hemos minimizado el hecho para “no meternos en problemas”.

Norma Lizbeth murió por la golpiza de una adolescente que hacía meses la hostigaba, luego de permanecer algunos días en el hospital y tras sufrir algunos desmayos. Su cuerpo fue sepultado el miércoles 15 de marzo.

¿Qué clase de sociedad somos? No podemos mantenernos en una actitud contemplativa ante la maldad pensando que son problemas de “otros”.

Tenemos que asumir nuestro compromiso como padres, como hijos, como hermanos, como amigos, como sociedad y caminar juntos y vernos a la cara, porque la mirada del otro, nos hace más humanos, como dice el filósofo de origen judío Emmanuel Lévinas:

“El rostro del otro me ordena el: "¡No matarás!", pero este mandato ha de ser entendido como el hecho de no reducir la alteridad desnuda y, por tanto, vulnerable, a la mismidad. Es decir, alude a elementos como el prójimo, el decir los buenos días; ya que al despreocuparme del otro lo estoy matando, pues ¿quién soy yo si nadie me nombra, si nadie me saluda?

De este modo, el "No matarás" equivaldría a decir: "¡No te despreocuparás del Otro!"

Teresa Sepúlveda Elizondo

Licenciatura en Comunicación egresada de la UANL. Maestría en Procesos Electorales por la Escuela Superior de Procesos Electorales y postulante al Doctorado en Educación por la Universidad Humanista de las Américas. Periodista, catedrática, comentarista y observadora de los procesos electorales y la vida cotidiana.