Novato logra su primer podio. Victoria de Piastri (McLaren) en GP F1 de Países Bajos
- Un problema de fiabilidad arruina la carrera de Norris y provoca un duro golpe para el campeonato
- Isack Hadjar, de la segunda escudería Red Bull, es la revelación: podio para el francés en una carrera memorable para él.
- Sainz, sancionado con diez segundos por un toque con Lawson; Alonso vuelve a los puntos.
Duro golpe para el campeonato.
Oscar Piastri se ha impuesto en Países Bajos, tras una carrera que controló de principio a fin.
Esta victoria es doblemente importante por los 25 puntos y por el abandono de Lando Norris.
Contratiempo muy importante para el británico, que ve como la ventaja de su compañero de equipo se amplía a 34 puntos.
Podio de Isack Hadjar y Fernando Alonso (Aston Martin) ha terminado octavo tras la sanción a Andrea Kimi Antonelli (Mercedes).
Aunque los dos McLaren eran los grandes favoritos, tenían que mirar sus retrovisores: Max Verstappen (Red Bull) iba a acecharles en la tercera posición con el neumático blando.
El neerlandés siempre tiene el cuchillo entre los dientes y más en la carrera de su casa.
Eso ya era una gran advertencia para los papaya y toda una declaración de intenciones de Red Bull.
La peor pesadilla del segundo clasificado del campeonato se cumplió: Verstappen se le coló y se puso en segunda posición. No sin épica, eso sí.
De hecho, todos -probablemente incluido Norris- pensaban que se iba a ir en la curva 3 cuando se le fue la parte trasera del coche. No ocurrió.
Pudo mantener la segunda plaza y eso iba a castigar mucho el inicio de carrera del británico.
Justo todo lo contrario que a su compañero de equipo.
Piastri, ya en la vuelta dos, ya estaba a más de un segundo y medio.
Por detrás, dificultades para Fernando Alonso, que perdió tres posiciones con el neumático medio.
Alex Albon (Williams) subió hasta la décima -cinco puestos-, justo al rebufo de su coequipero Carlos Sainz.
A partir de ahí, y con la amenaza de lluvia en el horizonte, apareció la gestión de neumáticos.
Ya se sabía que esta iba a ser una carrera para cuidar las gomas e intentar aprovechar e ir a una sola parada.
Pero la paciencia de Norris se terminó en la vuelta nueve y adelantó directamente a Verstappen en la curva 1.
Se tiró por fuera, justo tras la recta, y aprovechó que Max calzaba los blandos para imponer su ley.
¿La noticia negativa para el británico? Piastri estaba a cuatro segundos.
Hadjar, por su parte, aguantaba el ritmo en la cuarta posición.
Charles Leclerc intentaba adelantarle, de hecho el francés no tenía DRS y era más vulnerable a priori, pero el monegasco no era capaz de darle caza. No al menos en las primeras vueltas.
El radar tenía razón: en la vuelta 17, empezó a llover. Ligeramente, no lo suficiente como para que se colocasen los intermedios.
Algo que ya habían vaticinado en Aston Martin, parando a Lance Stroll para que colocase el neumático duro.
Eso sí, el canadiense estaba último, pero todos debían parar mientras él ya había hecho un paso por boxes.
La labor de los pilotos era aguantar fuera de pista con esas cuatro gotas que estaban cayendo sobre Zandvoort, pero sin cambiar gomas.
De hecho, los tiempos prácticamente no habían caído, todavía estaban gestionando con ese 'cómodo' 1'15''.
Alonso se atrevió a parar. Estaba enfrascado tras Yuki Tsunoda y Andrea Kimi Antonelli.
El italiano no era capaz de pasar el tapón que estaba formando el piloto de Red Bull, así que el asturiano decidió colocar el neumático duro. Igual que su compañero de equipo.
No se encomendaron a la lluvia los de Silverstone, y así le pudo lanzar un undercut a ambos pilotos. Una vuelta después, empezó el zafarrancho en el Pit-Lane y eso hizo que el japonés perdiese unas décimas de segundo. Las suficientes como para que el de Aston Martin le ganase la posición.
Pero la mala suerte volvió a aparecer: Lewis Hamilton se fue contra el muro en la curva 3 que presuntamente estaba más resbaladiza.
La carrera se terminó para él. Se desplegó el Safety Car en pista, como no podía ser de otra manera, porque el coche se quedó totalmente parado. Eso activó el tráfico en el Pit-Lane.
Todos tenían que parar, salvo los que ya habían parado, claro.
Esto fue positivo para Carlos Sainz, que sí pudo parar con el coche de seguridad. De hecho revivió la emoción de la carrera.
Los dos McLaren estaban muy juntos, con el mismo neumático duro.
Mismas vueltas, misma situación, y pegados uno detrás de otro. Recuerden: los papaya tienen licencia para luchar.
No hubo batalla entre los McLaren, pero sí entre Sainz y Lawson.
Esto provocó un pinchazo en el neumático del madrileño, que se fue automáticamente atrás.
También el neozelandés. Carlos era penúltimo, y el piloto de Racing Bulls cerraba el grupo.
Pero los tiempos de ambos eran muy lejanos al resto. Debían parar sí o sí.
El madrileño de hecho tuvo que poner ya no sólo el blando, sino que también se vio obligado a cambiar el alerón delantero. Los comisarios decidieron sancionar a Sainz con diez segundos.
No estaba contento el madrileño con esa decisión e incluso por la radio pidió que visitasen a los comisarios después de la carrera para entender los motivos. Incluso aunque el castigo como tal no se pueda revocar.
Un trozo de fibra de carbono en plena recta obligó a desplegar el Virtual Safety Car, pero iba a durar muy poco.
Esto dejó lugar a una lucha muy bonita entre Leclerc y Russell.
El monegasco se colocó por delante en una maniobra de adelantamiento muy agresiva -y que incluso terminó en un toque entre ambos-, pero fue el Ferrari el que pasó por delante.
Pero no iba a quedar así: los comisarios volvieron a entrar de oficio y se investigará después de la carrera, porque la realidad es que superó en cierta forma los límites de pista para culminar la maniobra.
Pero el coche del británico estaba dañado. Tanto, que en Mercedes incluso le pidieron cambiar las posiciones con Antonelli, porque con la situación actual, era imposible que siguiera a Charles.
Alonso, por su parte, seguía atrapado detrás de Tsunoda.
También se le vio bastante frustrado por radio, dolido por su mala fortuna también en un Gran Premio en el que parecían tener ritmo.
Así que pidió una reacción para el equipo, y lo consiguió: paró en boxes en la vuelta 44.
Eso le iba a dar una oportunidad: si podía mantener un buen ritmo con estos neumáticos, y si la degradación llegaba para todos los que pararon bajo Safety Car, podía hacerse un hueco. Todavía quedaban 28 giros completos.
Pero volvió a repetirse la historia: Leclerc se fue contra el muro en la salida de la curva 3 en plena lucha con Antonelli.
El italiano, presuntamente el mayor culpable, se salvó del golpe, pero no tenía neumático delantero izquierdo.
La mejor noticia es que no pasó nada grave físicamente porque el toque contra el muro fue fuerte.
Eso sí, el monegasco, más que frustrado por el accidente, estaba molesto con el equipo por haber parado previamente, ya que en Ferrari se habían dado cuenta de lo difícil que iba a ser llegar al final del GP con esos mismos neumáticos.
Conclusión: Leclerc fuera -los dos Ferrari-, diez segundos de sanción para Antonelli y Safety Car en pista otra vez.
Esto provocó el paso por boxes de todos los que no habían parado.
Alonso, en todo esto, subió a la novena posición tras las paradas de todos, con un neumático duro de 14 vueltas.
Tenía por delante a Gasly que decidió no parar.
Sin embargo, en Haas esperaron para hacer la parada y colocaron el neumático medio.
Mucho más rápido que el de Alonso, por frescura y porque tenía menos vueltas.
Así que no pudo hacer nada para frenar los intentos de adelantamiento de Oliver Bearman.
La sorpresa llegó al final. Norris avisó por radio de que estaba saliendo humo de su cockpit.
Y pocos segundos después se confirmó el peor de los presagios para él: un problema le dejó fuera de combate en lo que es el segundo cero de la temporada para él.
Duro golpe para el campeonato, más tras la victoria de su compañero de equipo.
La diferencia entre ambos se va a 34 puntos -al empezar la cita, era de nueve-. Quedan nueve citas.
Mención especial para el podio de Hadjar.
Se ha coronado como piloto del día y es una auténtica hazaña para él, como rookie.
De las lágrimas en Australia a la tercera posición en Países Bajos.