¿Para qué sirve la cultura en Escobedo, NL?
Pero la obra pública —avenidas de cuatro carriles por sentido, nearshoring de grandes marcas— debe acompañarse con obras artísticas. Obrar es crear, y tan artista es un dramaturgo como un ingeniero civil, un emprendedor o un alcalde.
De ahí la idea de que gobernar es un arte: un gran político es también un gran creador.
El desarrollo urbano mejora una ciudad; la cultura la reviste de identidad.
Pero la cultura, para que sirva, para que nos sea útil, tiene que democratizarse.
Me dice el alcalde que, del 28 de julio al 24 de agosto, Escobedo será sede del festival “TransformArte”, donde estarán figuras de la cultura nuevoleonesa con reconocimiento nacional y más allá.
Incrédulo que soy por oficio y necedad, lo rebato diciendo que, en un festival de cultura norteña, no podría faltar gente como Luis Martín, el mejor director de teatro mexicano: —Pues ahí estará el maestro dirigiendo un taller de historia del teatro en nuestro estado.
Para ganar una de dos, le replico que tampoco podría faltar mi amigo, el gran dramaturgo y director Hernán Galindo: —Pues ahí estará el maestro Galindo dando un taller de dramaturgia”.
Como no me gusta perder, ni siquiera en el póquer, me juego el resto (all-in):
—Seguro no invitaste a Paco de Luna, el mejor actor de teatro de mi generación.
Y el alcalde de Escobedo me replica: —Pues ahí estará Paco de Luna, dando un taller de expresión oral.
Me doy. Le digo a mi entrevistado que le regalaré un libro de uno de mis autores preferidos:
Yuval Noah Harari, porque resulta que este pensador opina que la cultura es un tejido narrativo que cohesiona una sociedad en todos los aspectos, como en Escobedo.