Econokafka

Perversa se escribe con “a”

Sergio Negrete DETONA® Parece que Claudia Sheinbaum no vislumbra a un buen hospital o clínica, digamos del ISSSTE, desbordado por demandantes de atención que vendrán igual de cerca que de lejos para ser tratados ahí.
https://vimeo.com/1091496933

La presidenta tiene una audaz propuesta para reducir la pobreza en México.

Estrictamente no la pobreza, pero sí los indicadores de pobreza, que finalmente es lo que podrá presumir como un logro y es lo que le interesa.

Con su estrategia, perversa pero que probablemente funcionará, se registrará una caída notable en aquellos clasificados como pobres en los próximos cuatro años.

El maquiavélico plan puede resumirse en una palabra.

Credenciales.

En los primeros meses de 2026 todo mexicano habrá de ser registrado y recibir una credencial.

Ese pedazo de cartón o plástico establecerá que el interesado pertenece al sistema de salud pública, en qué institución es derechohabiente (IMSS, ISSSTE o IMSS Bienestar) y la clínica que le corresponde.

La credencial representará, eventualmente, un expediente médico informatizado al que se podrá acceder desde cualquier institución.

Un proceso de digitalización que, estimó Sheinbaum, tomará un par de años.

Las credenciales, esas sí, estarán listas mucho antes (el cartón o plástico no es caro).

De las credenciales y los expedientes digitalizados viene el salto cuántico a un sistema de salud universal.

Un derechohabiente del IMSS se podrá atender en un hospital del ISSSTE o una clínica del IMSS Bienestar.

Los recursos utilizados serán posteriormente cobrados entre instituciones por medio de una cámara de compensación.

Un sistema de salud pública fragmentado y con infraestructuras y calidades de servicio en ocasiones abismalmente desiguales quedará así integrado.

Parece que Sheinbaum no vislumbra a un buen hospital o clínica (bueno relativamente, pero al fin y al cabo mejor), digamos del ISSSTE, desbordado por demandantes de atención que vendrán igual de cerca que de lejos para ser tratados ahí.

Pero la presidenta no parece darse cuenta de esos futuros detalles.

Porque ahora la atención del gobierno se centra únicamente en las credenciales.

Que cada mexicano tenga en su cartera, bolsa o en un cajón de su casa esa constancia de que tiene derecho al sistema de salud pública.

¿Por qué ese objetivo?

Porque a inicios de 2020 Andrés Manuel López Obrador destruyó el Seguro Popular, dejando a millones sin ese esquema iniciado por Vicente Fox y ampliado por Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

De un plumazo el entonces mandatario quitó a millones de personas ese mecanismo de salud, que además cubría enfermedades graves y tenía recursos para ello (el tabasqueño se los apropió, al parecer buena parte de ese dinero acabó financiando el Tren Maya).

Meses más tarde INEGI registró, por medio de una encuesta que realiza cada dos años, un aumento descomunal en el número de personas que decían no tener acceso a salud pública.

De 20.1 millones en 2018 pasaron a 35.7 millones en 2020 y 50.4 millones dos años más tarde, la mejor evidencia del sistema de salud tipo Dinamarca ofrecido tan fantasiosamente por López Obrador.

En 2024 la cifra correspondiente cayó un poco, a 44.5 millones.

El entonces presidente encontró una explicación: la gente tenía derecho a salud, pero no se habían enterado porque no tenían una credencial que así lo acreditara.

Claudia Sheinbaum ofrece acabar con ese problema.

Quizá no haya camas en esos hospitales que se están cayendo a pedazos por falta de manteamiento (el desastre de los elevadores del IMSS, una de tantas tragedias).

No habrá suficientes médicos, menos especialistas, materiales de curación o medicamentos.

Pero cuando pase el encuestador del INEGI en 2026 y 2028, los mexicanos tendrán todos y cada uno su hermosa credencial y oficialmente acceso a la salud pública.

Es el verdadero plan.
Porque presidenta se escribe con “a”, lo mismo que perversa.

 

 

https://vimeo.com/1115590494
https://vimeo.com/1115590526
https://vimeo.com/1015118818
Sergio Negrete Cárdenas

Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Ha sido Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional en Barcelona, y en México en el ITAM, UNAM, ITESO, la Escuela de Periodismo Carlos Septién y la Universidad de las Américas en Puebla. Es columnista de El Financiero y de Arena Pública, además de que contribuye en otros medios impresos y electrónicos. Su podcast semanal, Econokafka, trata temas de economía, historia, política y libros. Colaboró por varios años con el grupo británico The Economist sobre temas relacionados con México, y es analista de Oxford Analytica. Fue reportero y columnista por varios años en el periódico El Economista.