Renfield: Asistente de Vampiro - Renfield / EUA, 2023
Renfield, el sufrido asistente por toda la eternidad de Drácula, ve ahora en el Nueva Orleans de pleno siglo 21, que a lo mejor puede encontrar una solución a la relación tóxica con su amo.
La película Renfield: Asistente de Vampiro es un giro al personaje creado por Bram Stoker para “Drácula”, su novela epistolar y aquí cobra vida, es el centro de atención de la trama ya que Drácula aún vive, pero el sirviente debe encontrar sangre para el vampiro para que se recobre del último encuentro con humanos que casi acaban con él.
Nicholas Hoult (El Menú, X-Men) es el sufrido y maldito Renfield que cree que con reuniones de apoyo podrá sobreponerse al control que ejerce Drácula (Nicolas Cage) en todos los sentidos, sobre él.
Pero el Nueva Orleans moderno es mucha pieza para el asistente ya que, en un acto de bondad y de ayudar a “los buenos”, se entromete entre asuntos de pandilleros y la mafia que controla la ciudad.
Claro que eso da pie a un romance entre Renfield y la oficial Rebecca (Awkwafina), la cual anda tratando de meter a la cárcel a los mafiosos y de paso localizar a un asesino que está matando y desapareciendo gente, sin saber que lo tiene frente a sus narices.
Es muy interesante la puesta en la pantalla grande por parte del director Chris McKay por la forma de como mezcla humor muy negro con el género del “splatter”, en una historia donde la sangre y partes del cuerpo humano volando por los aires abundan al por mayor.
La película no es de buenos, es de malos haciendo y deshaciendo con un Drácula que no anda con miramientos al exprimir gargantas para chupar sangre, ni por el estilo Renfield es pintado como el bueno al lograr víctimas para su sediente amo.
La historia pinta al “familiar” con capacidades sobrehumanas, con fuerza descomunal pero oprimido totalmente bajo el yugo del vampiro.
Hoult como Renfield es bueno, pero es todo un show apreciar a Nicolas Cage interpretar a Bela Lugosi, interpretando a Drácula.
Y así es el cuento, Cage tiene un parecido tremendo con el clásico actor que interpretó originalmente al vampiro en 1931, y sus manerismos y poses son similares pero aquí se lleva al extremo de lo caricaturesco, tremendamente sangriento y violento.
Es una lástima que la trama no permite mucha interacción entre Drácula y Renfield donde ambos se lucen en escena, por encima de dos tres altercados donde Renfield queda hecho pedazos psicológicamente, donde la figura del “familiar” queda clara como una mascota del amo y señor.
Pero es un lujo apreciar esta lúgubre película de terror, comedia, sangre, violencia. En sí la forma y género no será del gusto de todos.
Los fans apreciarán que el mito de Drácula y los vampiros se aplica al pie de la letra (gracias Nicolas, otra vez).