Salinas, en el Corte Inglés
Traía cubrebocas. Un turista mexicano de unos 40 años, acompañado de su hija de unos siete, lo reconoció y se acercaron a saludarlo.
Salinas se quitó el cubrebocas, sonrió, intercambió comentarios y accedió a tomarse una foto con ellos.
Nadie de quienes andaban por ahí prestó mayor atención.
Y es que la escena sería irrelevante de no ser porque no se veía a personas que estuvieran cuidando al presidente de México entre 1988-1994.
La escena me despejó tres incógnitas:
- Salinas sí vive o pasa tiempo en Madrid.
- No se esconde.
- No tiene escolta.
Esto último permite redondear la frase de que ninguno de los cuatro expresidentes que residen fuera del país recibe protección: no él, Zedillo, Calderón ni Peña Nieto.
Por lo que ha contado Fox, acaso dispone de un apoyo mínimo en Guanajuato, lo que convertiría a López Obrador en el único con un fuerte dispositivo de seguridad, que él por supuesto negará.