Una bomba biológica llamada futbol
El 19 de febrero de 2020, el estadio de San Siro, en Milán, Italia, fue sede del partido entre el Club Atalanta (que fungió de local) y el español Valencia, en duelo correspondiente a los Octavos de Final de la Liga de Campeones de Europa.
Hacía poco más de 2 meses que los primeros casos del virus del SARS-CoV2 se habían detectado en Wuhan, China, y hasta esa mañana España reportaba dos casos e Italia, por su parte, tres contagios.
Una semana después, el 26 de febrero, las cifras se dispararon en “El País de la Bota” hasta contabilizar 322, de los cuales, 240 pacientes pertenecían a la región de Lombardía, donde se ubican las ciudades de Milán y Bérgamo.
Atalanta, que tiene un estadio con capacidad de 15 mil personas, optó por jugar el encuentro frente a Valencia en el inmueble de los equipos Inter y AC Milán, uno de los más famosos del mundo y ubicado a 60 kilómetros de la ciudad de Bérgamo.
Alrededor de 40 mil personas presenciaron aquel partido en el que los italianos vencieron 4-1 a los españoles, sin imaginar que semanas después, Bérgamo se convertiría en el principal foco de la pandemia.
“El partido fue una bomba biológica”, reconocía el 25 de marzo Giorgio Gori, alcalde de la ciudad italiana, un mes después de aquel juego de futbol.
En tanto, días antes, el 16 de marzo, el Valencia informó que el 35% de la plantilla estaba infectado con Covid-19, el primer equipo que reportó un brote masivo entre sus jugadores.
LIVERPOOL VS. ATLÉTICO DE MADRID
Otro encuentro de futbol que estuvo bajo la lupa fue el Liverpool-Atlético de Madrid, celebrado en el estadio de Anfield, el 11 marzo de 2020.
En aquella ocasión, alrededor de 3 mil españoles se trasladaron al puerto británico para presenciar el juego y después fueron señalados por el alcalde de Liverpool, Steve Rotheram, de posiblemente haber propagado el virus por la ciudad.
Aunque las autoridades finalmente habían decretado la suspensión de los partidos, la ola del coronavirus creció por Europa, y Gran Bretaña -al igual que España e Italia- se convirtió en poco tiempo en una de las naciones más golpeadas al principio de la pandemia.
¿Y EN MÉXICO?
En México justo se cumple un año de que se cerraron las puertas para la afición en los estadios, aunque en ciudades como Guadalajara, Mazatlán, Aguascalientes, Torreón y Ciudad Juárez, han regresado paulatinamente desde noviembre pasado.
En Monterrey, con sus dos equipos emblemáticos (Tigres y Rayados), las autoridades de Nuevo León contemplan el regreso de los fanáticos al Universitario y BBVA para después de Semana Santa, aunque con aforo reducido al 30 por ciento, como marca el protocolo.
