Aniversario 145 del "Lago de los Cisnes"

Para apreciar el ballet solo se requiere observar sin prejuicios y dejarse llevar por los sentidos. Una experiencia estética, sublime, trascendental.
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El  Lago de los Cisnes será presentado por el Ballet de Monterrey los próximos 20, 21 y 22 de mayo en el Auditorio Luis Elizondo, del Tecnológico de Monterrey.

Esta obra que llega a su 145 años desde la primera vez que se presentó en 1877 en el Teatro Bolshoi de Moscú, de la antigua Unión Soviética.

Se trata de un ballet clásico por excelencia y un ícono universal. Es la obra favorita de todos los públicos.

 Como cada nueva producción de estos clásicos, crea muchas expectativas.

Por un lado, aquellos que por primera vez van a verlo y por otro, a los conocedores y especialistas que no pueden esperar verlo nuevamente y conocer y maravillarse de todos los detalles y pasajes que los han hecho seguidores fieles.

Y bueno, ni que decir las jóvenes y futuras bailarinas que sueñan con llegar a interpretar este gran ballet.

La versión que llega a nuestros días no es la que fue presentada en el Bolshoi de hace 145 años.

INTENTO FALLIDO.

A pesar de la participación del genio de Pyotr Ilych Tchaikovsky (1840-1893),  fue un intento fallido por las  circunstancias que lo rodearon.

Tchaikovsky fue comisionado por el director del Teatro Bolshoi, Vladimir Petrovich Beguichev para componer la música de un ballet con el tema de El Lago de los Cisnes.

INCÓGNITA SOBRE AUTOR DEL LIBRETO.

El libreto, hasta el día de hoy no se sabe a ciencia cierta quien lo escribió.

Se le atribuye al propio Beguichev, que tenía algo de dramaturgo y a la participación del primer bailarín Vasily Geltser.

La fuente mas aceptada es la que se inspira en las leyendas o cuentos de hadas  del folklor germánico y se atribuye al escritor alemán, Johann  Karl August Musaus, basada en su obra, “El Velo Robado” (Der Geraubte Schleier).

 Una gran similitud que se encuentra en el cuento, Los Seis Cisnes, de los famosos  hermanos, Jacob y Wilhelm Grimm.

También se ha asociado con la opera de Wagner, “Longherin”, que narra  el romance medioeval del Caballero del Cisne.

Son muchas las fuentes y podríamos remontarnos hasta el propio Charles Perrault, (1628-1703) considerado el escritor francés que le dio forma literaria a estos cuentos.

Pero sus raíces también nos llevan a la vida familiar de Tchaikovsky, que gustaba de componer música de ballet para sus sobrinos que actuaban  en las reuniones en casa y el lago de cisnes era uno de los temas. Los chiquillos personificaban cisnes con modelos de de madera que se balanceaban.

El libreto actualmente conocido tiene una temática  del Romanticismo, que cobraba un nuevo auge con el ballet, y lleva todos estos elementos de la literatura fantástica de personajes ficticios como hadas, brujos, duendes, con historias de amor,  traición, hechizos ,desolación, venganza y muerte.

Las  historias transcurren  entre los dos planos  lo natural   y lo sobrenatural.

La versión final del libreto fue complicada, violenta y trágica.  

COREOGRAFÍA.

La coreografía a cargo de Jules Reisinger -un coreógrafo  sin mucho talento- que no comprendió la música de Tchaikovsky, hicieron de esta obra un fracaso.

Para mayor frustración, algunas partes de la música se repusieron con otras para servir a los caprichos de la bailarina Pelagia Karpakova.

Tchaikovsky, quedó profundamente decepcionado y nunca llegó a conocer el éxito sin precedentes de este, el primer ballet de su famosa trilogía (La Bella Durmiente  1890 y El Cascanueces 1892).

LLEGA A LA CUMBRE.

Sucedió 20 años después con el francés Marius Petipa, (1818-1910) “Maitre de Ballet” y coreógrafo del Teatro Mariinsky.

El Príncipe Ivan Vsevolozhsky,(1835-1909), Director de los teatros imperiales, acordó reponer "El Lago de los Cisnes" en 1894.

Antes ya habían tenido un encuentro maravilloso y muy armonioso con Tchaikovsky, lo que animó al genio a componer nuevamente la música para La Bella Durmiente y El Cascanueces.

Petipa encargó a Lev Ivanov,(1834-1901) -su ballet master- una versión preliminar del ballet, que consistió en el segundo acto, el cual se presentó como un adelanto el 7 de febrero de 1894 en un espectacular homenaje a Tchaikovsky quien falleciera unos meses antes. (Nació el 7 de mayo de 1840 y murió el 6 de noviembre de 1983).

Después de esta exitosa presentación, Petipa se puso a trabajar en los siguientes actos, revisando el libreto reescrito por el mismo I. Vsevolozhsky,  las partituras con la participación del hermano menor de Tchaikovsky, Modesto, (1850-1916), quien había estado al lado del compositor en el desarrollo de su primera versión.

TALENTO FRANCÉS, POR ENCIMA DEL RUSO.

La orquestación estuvo a cargo del compositor Ricardo Drigo y la coreografía conjunta de Petipa-Ivanov fueron los cimientos que le dieron inmortalidad a esta obra.

El talento del ruso Lev Ivanov siempre quedó  bajo la sombra del director y coreógrafo Petipa, quien llegó en 1847 y al suceder  al gran Jules Perrot en 1862, dominó la escena del teatro imperial con su  gran estilo de virtuosismo académico y el uso de “divertissements”.

Pero la colaboración con Ivanov  en el Lago... dejó claro la magia de una fusión de gran maestría entre lo que hoy podemos distinguir del virtuosismo de la más alta técnica académica, la intensidad dramática de Petipa y el lirismo romántico y simbolismo de los actos blancos de Ivanov.

El estreno fue un gran acontecimiento y mucho del éxito se le atribuyó a la bailarina italiana Pierina Legnani, que protagonizó el papel de Odette–Odile, dándole intensidad al personaje. 

Dejó ver el alto nivel técnico e interpretativo que una bailarina requiere para este papel.

También, la Legnani asombra con los 32 “fouettes” al final del Grand pas de Deux, y  sienta un antecedente a alcanzar por futuras bailarinas. 

Se dice que esta hazaña la había realizado anteriormente  en una versión de La Cenicienta, en 1893.

El Ballet evoluciona y a través de los años, son muchas las revisiones y reposiciones de esta magistral obra, que forma parte del repertorio de toda compañía de danza en el mundo.

Toda una constelación de bailarines y coreógrafos han contribuido a la gloria de esta obra, ícono del ballet clásico o romántico-clásico.

Funciones del Ballet de Monterrey: Mayo 20,21 y 22. Auditorio Luis Elizondo. Localidades disponibles en SUPER BOLETOS.
Gretchen Backhoff

Consejera Fundadora del Ballet de Monterrey y Curadora del Proyecto DanceScape. Es investigadora y ensayista sobre Historia del Arte Coreográfico.

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