Asteroid City / EUA, 2023
Como de costumbre, las películas de Wes Anderson son para muchos, el valor agregado que ofrece el cine en medio de las películas veraniegas.
Asteroid City es tal cual una película con el sello de Anderson sobre personajes fuera de serie en historias fuera de serie
Ya en su anterior película, La Crónica Francesa, nos llevó a un mundo paralelo; pues ahora nos lleva a un universo paralelo: una obra de teatro vista en un “mundo real”, como la ve el escritor de la misma (Edward Norton) y tenemos esa oportunidad de ver a través de sus ojos.
Repito, es Wes Anderson y sus guiones plagados incongruencias e ironías, y en mancuerna con Roman Coppola (hijo de Francis Ford Coppola), coloca una historia que acontece en medio de la nada, una especie de punto intermedio, un purgatorio donde se verá si los individuos que participan, avanzan o se quedan atascados en el “pueblo”.
Léase, un atractivo turístico donde cayó un meteorito y dejó un cráter y un fragmento de la piedra
El personaje central es Augie Steenbeck (Jason Schwartzman) que vive el invierno de su descontento porque va en camino con su suegro (Tom Hanks) al que le va a dejar sus hijas e hijo, ya que su esposa murió y él no sabe cómo seguir adelante.
En medio de todo, llega una tropa de niños genios. Un grupo de música folclórica no puede pescar el camión que los sacará del lugar. Y una estrella de cine (Scarlette Johansson) y su hija genio.
Todo es una serie de montajes irreales, surrealistas... y Anderson permite que veamos a los personajes y los actores de la obra, en ciertos momentos buscando motivaciones que les permita entender qué está pasando...
Literalmente actor y personaje son los mismos con diferentes problemas, pero aquí la vida es una serie de escenas frente al cinéfilo y tras bambalinas y todo caso no hay explicación de por qué tanta angustia, tanta confusión.
Y se busca ese desesperado momento donde algo sucederá para lograr rellenar ese hueco para seguir adelante, dejar de estar amarado a un asfixiante pasado y lograr por fin dejar el caos atrás y pasar a un orden.
Interesante forma por parte de Wes Anderson de lograr llevar a la pantalla tanto individuo, casi todos por partida doble como actores y personajes, y lo deja a uno intrigado, pensando: ¿qué seguirá para ellos el día de mañana?