¿Cómo fué? ¡Así Fué!
Hace poco más de 5 años, en éste diario y continuo devenir y trajinar habituales y voluntarios, en varios campos de la actividad humana y universal, ya sea, culturales, históricos, artísticos, sociales, filosóficos, antropológicos, migratorios, científicos y ya, un poquito más adelante de nuestros primeros 50 cms.
De avance vital y muy productivo físico, mental, emocional, familiar, social y comunitario, de nuestro metro (100 cms.), que se supone debemos durar funcionalmente en nuestra vida, coincidimos.
Y, sí muy asimétrico desde el principio, en el aspecto de la velocidad, yo, muy rápido, Tú muy lenta, "haiga sido como haiga sido", así fué.
Entre un montón de gente festiva, totipotencial, vital, alegre, progre, buena ondita, visionaria, izquierdosa, voluntaria, voluntariosa, bien portada, humanista, en un centro cultural qué iba a agarrar vuelo, antes de entrar plenamente en la pandemia, coincidimos y coincidimos cada quien a su tiempo y prestancia.
Ya estaba escrito en el libro de la vida que Tú, cargada con tu bagaje inspiracional de vicisitudes infantiles, femeninas subjetivas, románticas, filiales, maternales, patrióticas, religiosas de corte rural, suburbano y muy subjetivo, insisto, aparte de muy urbano y citadino, metropolitano y multinacional, chocara contra otro cúmulo de vivencias salvajes, primitivas, muy civilizadas, al grado qué, nada de violencia, solo intrusión, dulce, gentil e invasiva, voluntaria, sin presión, menos coherción, mucho menos corruptiva, con la intención de alcanzar, la tranquilidad, el equilibrio, la felicidad, un pH entre 7.35 y 7.45, de preferencia de 7.4 y el clímax vital, de la conjunción de dos almas, cumpliendo el tener un alma como la mía, hasta niveles transgeneracionales y universales, muy probablemente insertos, insertados e inscritos en las informaciones genéticas impresas en nuestros respectivos ácidos desoxirribonucléicos, transmitidos por nuestras familias de origen, y ancestrales a través del tiempo, el espacio y la distancia, coincidimos.
Coincidir, al grado de la gemelaridad siamesa, aunque surrealísticamente, pegados por todas partes, por la cabeza, el cerebro, la mente, los ojos, las orejas, el cuello, la boca, la lengua, la saliva, los oídos, los dientes (bueno, prótesis dentales), los hombros, el tórax, los pezones, el abdomen, las caderas, las rodillas, los tobillos, los artejos, la sangre, más fluidos, no quería decir, nomás que también pubis, más secreciones, muchas secreciones fluidas, labios mayores y menores, prepucio, clítoris y glande, también a través del tiempo, y coincidimos.
Todo a pesar de lo que digan (y no son pocos) los demás y finalmente aunque me corras todos los días por mi turbio pasado, me quedaré todos los días; porque cuando el final se acerque ya, para el que sea primero, no importa lo que dure el camino, importa lo caminado.