¿Cuáles fueron los graves errores del director del Infonavit en la Mesa de Coordinación Metropolitana?
Con las intervenciones de la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Edna Elena Vega Rangel, y especialmente del director de Infonavit, Octavio Romero Oropeza.
El uso de la palabra de ambos funcionarios federales se extendió tanto, que apenas dejaron hablar a los demás asistentes, y el contenido de sus explicaciones fue tan didáctico y elemental que parecieron no percibir el nivel de los asistentes en esta importante mesa de coordinación.
Quien más monopolizó el micrófono fue Octavio Romero Oropeza, hablando sobre cómo opera un crédito hipotecario, su rollo fue tan básico que escucharlo daba pena ajena.
Sin embargo, lo más inquietante para este columnista es la intención de Romero Oropeza de construir, en el Área Metropolitana de Monterrey, más de 7,000 casas de $550,000 pesos, exhortando a los alcaldes a que autoricen rápidamente los permisos de construcción.
El plan habitacional de Romero Oropeza puede ser adecuado para estados como Chiapas o Guerrero, donde la falta de vivienda viene acompañada por la extrema pobreza.
Pero en Nuevo León la problemática es muy diferente.
Con una pobreza extrema que, durante la gestión de Samuel García, se redujo de 2.1% a sólo 0.5%, nuestro estado enfrenta otro tipo de desafíos. Por ejemplo: ¿qué hacer con 30 mil casas abandonadas, sin un plan integral del Infonavit para rescatarlas? ¿Por qué no comenzar, mejor, con el levantamiento de un censo de las casas deshabitadas?
Si, en vez de ese plan, Romero Oropeza quiere meter con calzador el oneroso proyecto de construir 7,000 casitas más, el problema latente subirá a índices alarmantes.
Por eso tiene razón Javier Treviño, director de Canadevi, al señalar que los nuevoleoneses necesitamos una política pública especial, no la que se usa en estados en pobreza extrema.
Y añade Treviño, con sentido común, que lo que nos urge son viviendas enfocadas a otro nivel de trabajadores, no casitas de $550,000 pesos; esa cantidad apenas cubriría el predio donde se pretenden construir.
Y viene lo más importante de la opinión de Javier Treviño: tal parece que Romero Oropeza no entiende, o no quiere entender, que la problemática de la vivienda se resuelve con una alta densidad urbana, es decir, con la construcción de vivienda vertical.
¿Qué logramos con esto? Un modelo de crecimiento en el que los nuevoleoneses vivan en construcciones de varios niveles, facilitando así la liberación de terreno para otros usos, como áreas verdes; eficientando el suministro de servicios básicos, el transporte público, el agua y la electricidad.
El modelo de vivienda vertical lo he analizado en muchos artículos y ensayos académicos, desde el punto de vista legal, que es lo que mejor domino.
Dejo para otra columna mi perspectiva sobre la Ley del Infonavit, con errores garrafales y evidentes sesgos interesados, y las críticas, que cada vez se vuelven más escandalosas, sobre el paso de Romero Oropeza por la dirección de Pemex.
No estaría mal que Octavio Romero Oropeza, en vez de repetir arengas militantes, abra un diálogo provechoso con las autoridades públicas de Nuevo León para hallar soluciones conjuntas y realistas al problema de la vivienda en nuestro estado.