Opinión

De palomitas y Pinot Noir: maridajes modernos sin permiso

Roberto Echeverría Venegas DETONA® Hubo un tiempo en que el maridaje era cosa seria. Casi solemne.
https://vimeo.com/1091444957
Una especie de  química sagrada donde los expertos dictaban con quién sí y con quién no se debía  juntar el vino.
  • Carne roja con tinto.
  • Pescado con blanco.
  • El postre con vino dulce.

Y no te atrevieras a salirte del guión.

Pero los jóvenes ya no están pidiendo permiso y quienes han tenido oportunidad de acompañarme en alguna cata, una degustación, saben que hoy, ya no promovemos esta cultura tradicional.  

  • Hoy, el vino se sirve con ramen instantáneo.
  • Con tacos de canasta.
  • Con pizza de pepperoni, palomitas con caramelo y, por qué no, con sushi de supermercado.

Lo que antes sería visto como sacrilegio, hoy es simplemente realidad gastronómica. 

No por rebeldía, sino por curiosidad.

Porque el vino ha dejado de ser una ceremonia, y se ha vuelto un acompañamiento de la vida.

Y es que cuando el vino se baja del pedestal, se vuelve más accesible, más cotidiano, más divertido.

Ya no se necesita una copa balón ni mantel blanco.

Basta una buena compañía y un poco de hambre.

La regla ahora es simple: si sabe bien, está bien.

Si el contraste entre unas palomitas dulces y un Pinot Noir te hace feliz, no necesitas justificarlo.  

También hay un mérito en eso.

En liberarse del deber ser.

En romper con el “esto no se hace” para descubrir lo que sí puede hacerse.

Claro, el maridaje sigue siendo un arte.

Pero como todo arte, evoluciona.

Y ahora suena con otras notas: más informales, más mestizas, más espontáneas.

Desde los wine bars que sirven vino con papas fritas, hasta las cenas casuales  donde un rosado acompaña al sushi con chipotle, los nuevos maridajes no buscan validación, buscan emoción.

No preguntan si están “correctos”.

Preguntan si te  hicieron sonreír.  

Quizá eso es lo más bonito de este cambio: el vino como parte de la conversación, no como protagonista único.

Como testigo de lo que comemos sin rigidez, sin dogmas, sin etiquetas (más allá de la botella).  

Porque al final del día, no se trata de lo que combine con el vino.

Se trata de con quién lo compartes. 

Conocer, es no excederse.
https://vimeo.com/1089261994
https://vimeo.com/1015118818