Don chingonetas se hizo doctor
La medicina ha pasado desde prácticas basadas en la superstición a la ciencia moderna utilizando el método científico, la tecnología y la investigación para tratar enfermedades.
El curanderismo y los curanderos han coexistido siempre y persisten como un sistema de curación basado en la herbolaria, creencias espirituales, la sugestión influyendo a veces en la medicina moderna, de ahí que en la mayoría de los estudios científicos de búsqueda de tratamientos nuevos para enfermedades moderadas o severas, incluyen el establecimiento de grupos placebo o de control, bien regularizados para compararlos con los grupos en tratamiento.
Conozco algunos en objetivo, y de reciente fecha, sin embargo, debido a acuerdos de confidencialidad, no puedo hablar de ellos.
Es una realidad incontrovertible de que el médico moderno debe ser buen político, muy bien intencionado, no malicioso o perversote, bien orientado, debe ser seguidor del juramento de Hipócrates y, saber y conocer como hacer equipo con el resto de las ramas de la ciencia involucradas en el cuidado de la salud y atención de la enfermedad.
Aquellos tiempos del Ilustre y Glorioso Dr. José Eleuterio González Mendoza QEPD, ya pasaron y por lo que vemos, no nos hacen falta y ya no van a regresar, se requiere de equipos, si lo desean dependientes del estado, solo que con participación privada para armonizar de manera nacional y mundial las actividades propias de la Investigación Clínica.
Don Chinnggonnetas ya no puede solo, no nada más para tratamientos de enfermedades, trastornos, alteraciones congénitas y genéticas y ante todo del cuidado de la Salud, que es mucho más barata qué curar la enfermedad.
Sino que también diseño de dispositivos, aparatos y estrategias que puedan coadyuvar a mantener la salud del ser humano, sea este Gringo, Judío, Árabe, Esquimal, Ruso o más bien, más específico Americano, Europeo, Asiático o Australiano, si me faltó alguien una disculpa.