El centinela de los bandos
Tratan de dorar la píldora, el falso supuesto de normativas contra la corrupción los pasa de largo, invita a los rectores de las Universidades públicas y privadas, también a pseudoactivistas, actores sociales de los suplementos de sociales.
Ninguno de ellos conoce de día, tarde o noche, las zonas menos favorecidas de los 11 municipios conurbados, ni en ciudad Benito Juárez, ni en Guadalupe, Escobedo e incluso la capital del estado.
Eso sí, les encanta organizar foros perfumados, ya sea en los auditorios del grupo Reforma, la UDEM, el ITESM y hasta la populachera UANL.
Las gráficas de los desempeños, de seguridad, empleo, corrupción, uso del erario, disfraza la parte rancia de la pérdida de tiempo.
Desean contrapesar, a quienes, por sufragio libre y universal, eligieron a los diputados locales, alcaldes y hasta el alicaído gobernador de cinco estrellas.
Bombo y platillo, quienes desoyen, faltan o envían representantes en alguna de las citas programadas, envían toda la artillería de la opinión social, a golpe de redes sociales, internet, televisión abierta y periódicos ya de escasa circulación.
Ciegos, sordos y mudos vagan en el valle de Santa Lucia, de las Salinas y del desierto de sus intereses patronales.
Nuevo León debe ser progreso, trabajadores, estudiantes, desempleados y cualquier conciencia dócil, crédula al sesgo.
Mientras sus liderazgos cena en cubiertos de plata, en mesas del limbo en San Pedro Garza García.