Instrumentos
Poco a poco, la realidad empieza a ser comprendida.
La concentración de poder impulsada por López Obrador ha destruido la institucionalidad republicana, eliminando en los hechos, y en el caso del Judicial, de derecho, la división de poderes.
Ya la elección de 2024 no puede considerarse plenamente democrática, en tanto el presidente violó la ley impunemente para impulsar a su candidata, además de movilizar recursos humanos y financieros desde el Estado, todo ello encima del uso irresponsable del erario para crear una burbuja económica que convenciese a la población de refrendarlo en el poder.
Puesto que aun así no les alcanzó, y más de 45% de los mexicanos no votó por ellos, promovieron un golpe de Estado, avalado por los tres despreciables magistrados del TEPJF, que les otorgó la mayoría calificada en Diputados.
Lo que les faltaba en Senadores lo obtuvieron mediante el chantaje y la extorsión.
La destrucción del Poder Judicial, ahora acompañada del fin del Amparo, reduce significativamente la protección de los derechos individuales.
Lo único que le falta al grupo que hoy se ha instalado en el poder es construir una ley electoral a modo, en eso están.
Con las mayorías calificadas en ambas Cámaras y el control del TEPJF y la Suprema Corte, no hay manera de detenerlos.
Pero eso no significa que no deba intentarse, hasta donde sea posible, demostrar el repudio de la ciudadanía y documentar el tránsito a un sistema plenamente autoritario.
De eso depende, en parte, el tiempo en que ese grupo podrá sostenerse.
Un grupo de ciudadanos promueve una iniciativa ciudadana en defensa de la democracia, y busca obtener las 130 mil firmas necesarias para obligar al Congreso a escucharlos.
Creo que es una acción importante, para poner en evidencia la cerrazón y abuso. Se puede uno sumar en el sitio elvotoserespeta.mx.
Por otra parte, la construcción de un nuevo partido político que encauce la voluntad ciudadana que vimos en las grandes marchas en defensa del INE, de la Corte y del voto, continúa avanzando, de forma mucho más exitosa de lo que muchos esperaban.
SomosMX (somosmx.org.mx) ha logrado ya más de 150 asambleas distritales, superando los 300 ciudadanos requeridos en cada una de ellas, y seguramente tendrá más de 200 antes de fin de año.
Adicionalmente, se necesitan casi 300 mil afiliados para poder solicitar el registro.
Puede ocurrir que el INE, colonizado por el grupo mencionado, o el TEPJF finalmente se lo nieguen, pero sería entonces una evidencia más del deterioro del sistema político, y , aunque no lo parezca, eso tiene un límite.
Es muy importante no olvidar que al menos la mitad de los mexicanos no está a gusto con el gobierno que hemos tenido en los últimos siete años.
Así lo demostraron en las elecciones de 2021 y 2024.
No hay, detrás del grupo en el poder, una amplísima mayoría, ni muchos menos ese “pueblo” que gusta usar de excusa para su autoritarismo.
Han fallado los instrumentos políticos para encauzar ese enojo, y por eso importa la creación de un nuevo partido político, así como la iniciativa para frenar el robo de las elecciones.
No serán ellas las que provocarán la caída de ese grupo excluyente, indisciplinado, voraz e incompetente, que por eso mismo tiene en realidad un horizonte mucho menos duradero de lo que se cree.
Pero sin ellas, la sociedad y los ciudadanos no tendremos los instrumentos indispensables para enfrentar ese derrumbe.
La “catástrofe histórica” a la que hizo referencia Julio Patán como única posible causa de esa caída creo que está mucho más cerca de lo que parece, pero eso, en sí mismo, no es buena noticia.
Por el contrario, de ocurrir demasiado pronto, podríamos entrar en una situación mucho peor de la que hoy tenemos.
