No es nota ni para los periodistas
Aun así me cuesta comprender el vacío, la ausencia de empatía ante el asesinato de otro periodista en México.
Porque el trabajo que hacía desde Durango Miguel Ángel Beltrán Martínez era periodismo, y porque junto a su cadáver se colocó un mensaje palpitante, brutal: “Por andar levantando falsos a la gente de Durango”.
Periodista de larga trayectoria en diarios de aquella zona del país y desde hace una década apuntador y cronista en medios digitales de problemas sociales y enfrentamientos criminales.
Mala noticia, creo, es este desinterés gremial.
De acuerdo con la métrica de Artículo 19, el asesinato de Miguel Ángel redondearía en 150 la cifra de periodistas ejecutados en México entre 2007 y el fin de semana, cuando se encontró su cadáver en río Chico, Durango.
Sabemos que no suele haber justicia y que el gobierno federal es incapaz, así sea de manera demagógica, de externar un gesto de acompañamiento o una frase de cobijo.
Ahora, además, el tema parece que aburre y ha dejado de importar en las propias salas de redacción.
