El fracaso
Con un abstencionismo casi total y un porcentaje histórico de votos nulos, el electorado se negó a ser cómplice de un golpe constitucional orquestado por una pandilla en el poder.
La elección judicial fue un referéndum al gobierno de Sheinbaum y el “pueblo” la reprobó a ella y al obradorato.
La presidenta hace maromas para ocultar la derrota.
Compara lo que no tiene comparación.
Dice que hubo más votos que en la consulta de expresidentes.
Trata de que olvidemos su máxima como candidata triunfante: Los 35 millones de votos que recibí demuestran el apoyo a la reforma judicial.
Pues el “pueblo” y los 35 millones desaparecieron el 1 de junio de las urnas judiciales.
El “pueblo” no votó y demostró con su ausencia que su voluntad fue traicionada.
Que nunca pidió a Sheinbaum –ni a López Obrador–, destruir la división de poderes e instaurar un despotismo presidencial.
El fraude, la farsa, los acordeones, la inducción del voto, la amenazas, el dinero ilegal son la autopsia de un régimen cuya pudrición quedó a la vista de todos.
Los mismos adictos a la 4T confesaron su asco.
La elección fue diseñada para “tomarle el pelo” a los mexicanos.
Presidencia e INE humillaron la inteligencia de la sociedad.
El gobierno dio al ciudadano trato de animal domesticado. Intentó ponerle en el cuello un acordeón para obligarlo a votar por juzgadores obedientes al régimen.
López Obrador no solo salió de la selva a votar.
Reapareció para tratar de “jalar” a sus seguidores a las urnas y evitar una derrota.
Llamó a Sheinbaum “la mejor presidenta del mundo” por haber llevado su venganza hasta el final y para dar oxígeno a una presidenta sin silla y sin poder.
A partir del 1 de junio México tiene un expresidente dueño de tres poderes: de la Presidencia, del Congreso y del Poder Judicial. También, claro está, de 24 gobernadores.
- La reforma judicial fue un regalo al crimen organizado.
- Es un pago a favores hechos.
- El acceso a la justicia será para los narcos.
- No para los ciudadanos.
- Habrá jueces comprables y cooptables.
Una prueba más de lealtad y gratitud a quienes durante seis años recibieron abrazos y no balazos.