El sexto mandamiento
Éste producto del creativo pensar requería de ser aclarado y explicado de forma detallada a fin de tranquilizar las ansias filosóficas y conoceriles del diario vivir, éste pensamiento obsesivo requería de una contraparte compulsiva, para al menos atenuar su intensidad.
El acto de preguntar conllevó una carga reaccional igual y en sentido contrario al interrogar a su Madre, hacendosa ama de casa al respecto, ¿En qué consistía el sexto mandamiento de las leyes de Dios?
- Ay Hijita eres muy pequeña para andar con ésas preguntas, agarra la escoba y el trapeador y luego, anda y ve con tu Papá y que te explique, el es masón y filósofo.
- Papá ¿En que consiste el sexto mandamiento de la ley de Dios?
El padre se explayó extensivamente en el origen de la necesidad de las parejas de mantener una conjunción física y espiritual en entorno de una vida marital ausente de traiciones y llena de convivencia saludable hasta que la muerte los separe.
- Hasta ahí llegó la explicación lo cual ahondó aún más la duda y la curiosidad acerca del determinante ¡NO FORNICARAS!
- Buenos pues, que se hace, que no se hace y qué si se debe hacer.
Más tarde en la escuela, en el catecismo, posteriormente, las interrogaciones a diferentes maestros, sacerdotes, hasta obispos, permitían y se elaboraban diferentes y rebuscadas explicaciones alrededor de la actividad sexual permitida por la iglesia y la actividad sexual repudiada por la iglesia católica en las enseñanzas vertidas en catedrales, iglesias y capillitas (sin analogías albureras).
Hasta la actualidad sigue sin haber una explicación coherente y congruente al respecto, lo que desencadena una respuesta individual de, a como Dios le de a entender a cada quien y a la gente.
En estos tiempos de la diversidad sexual y de muchos tipos de actividades sexuales qué no acarrean necesariamente una intención reproductiva, se llega al extremo de parodiar al Padre Celestial "El que esté libre de culpa qué tire la primera piedra".
Aquí donde estoy no hay piedras, si no yo ya hubiera descalabrado dos o tres gentes.
En fin como dicen ahora las gentes como han cambiado los tiempos, y en definitiva considero que padre y nadie deberíamos sentarnos a la mesa y platicar de la actividad sexual qué en familia debe incluir fines reproductivos e la medida en que se llegue a un acuerdo, si el acuerdo desde el principio fue no tener ni un hijo, pues, se deben incluir más acuerdos al respecto de mantener la fidelidad al punto de igualar los pactos patriarcal y matriarcal con el fin de aprovechar erecciones y humedades en el contexto de paz y amor, orden y progreso y respeto al derecho ajeno.