Elektra alimenta a su padre

La Elektra mexicana acepta al torturador. Al iletrado. Al proxeneta de trabajos parciales. Al engañador aficionado y al menesteroso de colonia popular.  

Le corresponde el cariño materno. Levantar de las cenizas al padre ausente. Lo hace con devoción. De su seno el dinero, la economía y hasta un hogar donde asentar sus reales. 

La Elektra mexicana acepta al torturador. Al iletrado. Al proxeneta de trabajos parciales. Al engañador aficionado y al menesteroso de colonia popular.

Permite la seducción de sus palabras de acarameladas. Reconoce el patrón de podredumbre de su madre. Es sistémico, razona. No se puede variar. Mujer sorora y hasta feminista abortiva, adopta al varón inútil.  

Es la madre del despojo humano

Del caído en la desgracia de los incompetentes. Le agradece cada una de sus frases sueltas. Sueña con la revolución de hacerlo cambiar. En la nostalgia de los tiempos pasado. Al verlo en algún sitio con alienación de grupee. 

Emparejados, Peter Pan y Elektra.  

Para ellos los enemigos son molinos de viento. Pocos cortesanos les abonan la miseria de su acomplejada relación simbiótica. 

Ni los incondicionales. Ni las locuras de sus arrebatos consensuados. El gélido viento de sus autoexilios publicitados les demuestra la fragilidad de sus pobres raíces. 

En el pégame, pero no me dejes, róbame pero no te vayas, véndeme pero no lo hagas a sobre precio.  

Así Elektra alimenta con su pecho cancerígeno a Peter Pan. Ese padre colmilludo, grotesco y saboteador.  
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.