Elementos - Elemental / EUA, 2023
Elementos, la nueva película de Pixar es la historia de Ember tratando de seguir los pasos de su padre para poder manejar la tienda de su familia, pero al conocer a Wade, un joven inspector de obras, le voltea el mundo cuando se da cuenta que el fuego puede enamorarse del agua.
Y de eso trata Elementos, un universo donde los elementos básicos, agua, fuego, tierra y viento conviven como seres vivientes bajo la simple regla de “los elementos no se pueden mezclar”
Se supone que la historia habla de migrantes, de cómo se les hace el feo, de cómo se les discrimina, pero los chavos progres de ese universo tienen el deseo de cambiar todo.
Las reglas fueron hechas para romperse, y lo de siempre: “no obedezcas las reglas porque al final todo va a salir bien”.
De hecho, la película es mera receta de cocina vista y vistada demasiadas veces, pero su producción y diseño es totalmente apantallante, pero a nivel de Disney y su Un Mundo Extraño donde cada render es un montaje digno de admirar y aplaudir.
Pero la historia se pierde tras ese deslumbrante montaje y se pierde totalmente cuando en planos largos tratan de acaparar en un solo vistazo todo el mosaico de personajes que habitan Elementos.
La historia de Ember y sus padres, migrantes que dejan todo atrás, demasiada nobleza, sentimientos y rollo para decirnos que los migrantes son dignos de ser respetados.
Eso y la agenda de inclusión, cada día más omnipresente en Hollywood
Tiene tremendos momentos, clásico cuento de Pixar con momentos simpáticos, bonitos y emotivos. Como de costumbre, creer que se tiene en las manos todas las respuestas del universo, pero hace falta un evento cataclísmico para cambiar en realidad el rumbo (idéntico a Toy Story 4, también de Pixar).
Es de choque de culturas donde toda va a salir bien y relaciones interraciales donde no va a pasar nada y todo será aceptado a la larga, tipo Todo, en Todas Partes, a la Vez (familia asiática, la madre que tiene en problemas la tienda, que quiere que la hija atienda la tienda, pero ella anda con su novia americana-mexicana).
Pero ese afán de “que nadie te imponga reglas” se contradice con el otro afán de que se deben respetar las costumbres (reglas) y raíces (más reglas) del pueblo originario de los personajes.
Ya hacia el final, se manejan demasiados temas y de verdad se la creen que con está película, en el mundo real, el chavo va a salir a buscar a la hija de migrantes y ¡listo! Se arregló todo el problema racial y migrante de los EUA: Los elementos sí se pueden mezclar.
Mejor aprecien el corto de La Cita de Carl con los personajes de Up. En pocos minutos logran lo que Elementos no hace en una hora con 49 minutos… divertir y disfrutar sin tanto rollo.