Funes Mori la trae derecha
En el futbol, cuando a un jugador le sale todo bien en varios partidos, decimos que “la trae derecha”, en alusión a la suerte, o buena estrella en pro de su desempeño.
Este mismo trance lo está experimentando Rogelio Funes Mori, el delantero argentino, naturalizado mexicano, que ha tenido sus primeros partidos con la selección del país que adoptó.
Su efectividad ha sido buena, pues de tres partidos que ha jugado con la camiseta del representativo mexicano ha marcado tres goles y pudieron haber sido cuatro, pero le anularon uno el pasado sábado ante el equipo de Trinidad y Tobago en la Copa Oro, torneo que disputa el combinado Tricolor.
El jugador de los Rayados de Monterrey ha respondido con creces a la confianza del entrenador nacional, Gerardo Martino, quien ante la ausencia del delantero estelar, Raúl Jiménez y el veto a Javier “Chicharito” Hernández, decidió apostar por el delantero de los regios.
ELOGIADO Y ODIADO
La carrera de Funes Mori presenta una dualidad, pues lo mismo es elogiado que repudiado.
Por un lado, es criticado por sus detractores debido a que suele pasar largos períodos de partidos sin anotar, como le ha sucedido en el Monterrey.
O peor aún, su efectividad ante la portería llega a bajar considerablemente en cuestión de las oportunidades logradas, como le ocurrió durante el pasado semestre con el Monterrey, donde acumuló 6 partidos sin anotar.
Además, momentáneamente se quedó a un solo gol de romper la barrera de las 121 anotaciones y convertirse en el goleador histórico en el Monterrey, aspecto por el que se le ha criticado.
Sin embargo, cuando menos se espera, Rogelio logra marcar goles impensables, inverosímiles, con acrobacia incluida, como el que hizo en la final de ida del torneo Apertura 2019 contra el América, en el que remató de “chilena”, levantando los elogios de los medios nacionales.
Pero una cosa es el Funes Mori del Monterrey, el cual podrá ser criticado por los últimos partidos y otro muy diferente es el de la Selección Mexicana, que hasta el momento marcha como miel sobre hojuelas.
Ya llegará el momento de señalarlo cuando la situación apremie.