Hacerse millonario

Gerson Gómez DETONA aquí: Quienes no cesan, como el mar, con su hambre voraz, defienden los grandes negocios contra el gobierno en lo fiscal y mercantil.

Solo los narcisistas estudian derecho. Aquellos de naturaleza hedonista se especializan en lo penal.

Los de barriada se van por lo civil. Quienes no cesan, como el mar, con su hambre voraz, defienden los grandes negocios contra el gobierno en lo fiscal y mercantil.

La mayoría de amparos se hacen en San Pedro Garza García, en Polanco y hasta en la gentrificada área urbana de Jardín Torreón, en la lagunera zona.

Calcular a los evasores es sencillo. Invierten igualas mensuales en varios despachos. Les exigen saldos a favor. Deducciones increíbles. Incluso el sostenimiento de caballos pura sangre participantes en los juegos olímpicos. Las cuadras donde los protegen del sol. El alimento de calidad supreme y hasta la gasolina para llevarlos a las competencias internacionales.

Los fiscalistas amañados con los contadores construyen mansiones en el aire. Tunean a sus amantes. Invierten en comilonas en antros de carnes asadas con servicio de acompañantes femeninas a la mesa,

Sus interlocutores son los mismos diputados federales y jueces. Personal de los ministerios públicos. Llegan flanqueados con los escoltas. La zona se vuelve bunker para las exquisiteces de alimentos de la carne física y humana.

En esas tertulias les dan pitazos de las investigaciones en turno. Así sus dueños, tendrán el tiempo para la defensa o para el exilio momentáneo en Israel, Cuba, Canadá o en alguna zona perdida de la Europa del Este.

Los fiscalistas sonríen desde la primera solicitud de amparo. Ya saben para donde va la investigación en curso.

Como siempre, los funcionarios del SAT y del gobierno mexicano, débiles y rebasados, solo hacen el ridículo en los tribunales.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.