Econokafka

Lluvia severa y vientos fuertes

Sergio Negrete DETONA por primera vez aquí. Es autor del prólogo del 2o libro de Elena Chávez, "El Gran Corruptor", que salió a la venta el pasado 17 de Nov. y está rompiendo todos los récords. Vive en Barcelona y estará en SPGG a la presentación de dicha obra: Nov. 29 a las 8 de la noche, Edificio Liu Residencias. Quedan unos cuantos lugares para esa fecha. Los del día 30 se agotaron.
El hablar lento enmascara ese pensamiento torvo del ególatra y sociópata que se arroga todo lo positivo y nunca es culpable si algo salió mal

Tiene un amplio repertorio de ideas simples y frases fáciles a las que se aferra.

Porque para Andrés Manuel López Obrador gobernar es un concurso en que se conceden puntos por palabrería, por tener a la mano rápidas respuestas, de ser posible contundentes y que dejen callado o pasmado al auditorio.

Desde su imaginación, fecunda como pocas, afloran las expresiones, algunas pretendiendo reflejar la sabiduría de ese pueblo que dice representar.

Lo menos importante son la realidad y la veracidad

La distorsión, exageración o falsedad más descabellada se entremezclan en las palabras presidenciales sin rubor ni pudor.

No se trata de explicar, tampoco de justificar, sino de enaltecerse a sí mismo y sus acciones, al tiempo que se busca minimizar el desastre y arrojar la porquería por debajo de la alfombra.

El tabasqueño es un mentiroso contumaz, cínico y descarado

Su probada fórmula es estirar la liga de la credibilidad al máximo.

Hace mucho que descubrió que, por paradójico que parezca, las grandes mentiras se aceptan con mayor facilidad que las pequeñas.

Lo fundamental es decirlas y machacarlas con todo el aplomo de un demagogo consumado.

El hablar lento enmascara ese pensamiento torvo del ególatra y sociópata que se arroga todo lo positivo y nunca es culpable si algo salió mal.

El refugio son las imágenes e ideas resumidas en una expresión de pocas palabras y fácilmente asimilables por aquellos dispuestos a creer.

AMLO es un aferrado de las frases. “Abrazos, no balazos”, “Nosotros no somos iguales” o “No mentir, no robar, no traicionar” destacan entre muchos ejemplos que repite con desparpajo cuantas veces la ocasión lo requiere.

El sistema de salud utópico que ha ofrecido por años y que nunca llegará, lo cristaliza en una palabra: “Dinamarca”.

Lo bueno se infla, los desastres se minimizan, o incluso se presentan bajo una luz positiva, por inaudito que ello pueda parecer.

Quizá el mejor ejemplo es la pandemia

México convertido en un matadero y el Presidente, refugiado en Palacio Nacional, emitió su veredicto: “nos vino como anillo al dedo”.

La reciente tragedia de Acapulco ha presentado al tabasqueño en toda su bajeza, sin la menor vergüenza por el abismo que media entre sus palabras y los hechos comprobables.

Ante la furia por su ausencia de la zona de desastre, dijo contundente que fue al puerto y lo recorrió, evaluando todo lo que hacía falta.

El enamorado de su propia imagen no tiene una sola que sustente su dicho, fuera de la histórica fotografía que lo muestra atascado en el lodo del camino.

Hace mucho que aprendió que la realidad lo puede desmentir, pero que eso no tiene importancia: es cuestión de sostenerse en la falsedad y quedarse tan tranquilo.

¿Recursos para enfrentar la emergencia? Soltó dos palabras: “presupuesto infinito”.

Tan simple, tan potente, todo el dinero que hiciera falta, para a continuación eliminar a 45 (de 47) municipios de la lista de afectados por el desastre natural y, finalmente, que su partido aprobara en la Cámara de Diputados un Presupuesto de Egresos para 2024 sin un solo peso adicional asignado para enfrentar la tragedia.

No importa, hay “presupuesto infinito” aunque no haya dinero, porque así lo dice el señor.

Finalmente, el Diario Oficial de la Federación notifica el fin de la emergencia en los dos únicos municipios que habían quedado en la lista.

No por un huracán de categoría 5, sino por la “ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes”.
DETONA este artículo aquí, publicado por El Financiero, con autorización de su autor.
Sergio Negrete Cárdenas

Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Ha sido Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional en Barcelona, y en México en el ITAM, UNAM, ITESO, la Escuela de Periodismo Carlos Septién y la Universidad de las Américas en Puebla. Es columnista de El Financiero y de Arena Pública, además de que contribuye en otros medios impresos y electrónicos. Su podcast semanal, Econokafka, trata temas de economía, historia, política y libros. Colaboró por varios años con el grupo británico The Economist sobre temas relacionados con México, y es analista de Oxford Analytica. Fue reportero y columnista por varios años en el periódico El Economista.