SIN CENSURA

¿Por qué debemos pedirle al Papa León XIV que visite NL?

Eloy Garza DETONA: Cuando hace 15 años viajé a Chiclayo, la ciudad peruana en donde fue obispo el ahora Papa León XIV, descubrí semejanzas muy marcadas con Monterrey.

Ambas son ciudades prósperas, con un comercio pujante y un imán empresarial que atrae a muchos migrantes en busca de empleo.

En el Área Metropolitana de Monterrey, la pobreza extrema ha desaparecido, igual que en Chiclayo.

Pero las dos son puertas de entrada a regiones más deprimentes de sus respectivos países, y por ahí pasan mexicanos y peruanos tratando de escapar de la miseria y la falta de oportunidades de sus zonas de origen. 

Por fortuna, el carácter regional de los nuevoleoneses es franco, hospitalario y directo, muy parecido al de la gente de Chiclayo.

También ambas ciudades sufren un clima árido y un problema común: el drenaje pluvial, que es, casi literalmente, una coladera. 

Cuando el entonces Papa Francisco le pidió a Robert Francis Prevost que aceptara la prefectura del Dicasterio para los Obispos en Roma, el agustino rechazó en un principio el alto cargo.

Le pidió al Sumo Pontífice que le dejase continuar su misión pastoral en Chiclayo; de ese tamaño es el afecto que este norteamericano, oriundo de Chicago, había contraído con su segunda nacionalidad: la peruana.

Por eso incluyó a Chiclayo en su primer mensaje Urbi et Orbi desde la ventana de la Basílica de San Pedro.  

Pero uno propone y Dios dispone, con la ayuda (desde luego) de algunos pastores suyos. 

Robert Prevost no ha visitado México y, por ende, tampoco Nuevo León.

Ojalá lo haga pronto, porque nuestro estado lleva su nombre: León, y porque, históricamente fuimos pioneros en la aplicación de mejoras laborales, reconociendo al mismo tiempo la propiedad privada y la productividad, como lo pedía aquel Santo Padre que inspiró el nombre papal que eligió para sí mismo Prevost.

Me refiero a León XIII y a su excepcional encíclica de 1891: Rerum Novarum. 

Habemus Papam, y con ello se renuevan las esperanzas para los migrantes que buscan un modo honesto de ganarse la vida, pese a ser tan estigmatizados últimamente por el presidente Donald Trump, un compatriota de Prevost ubicado en las antípodas de su misión pastoral.

Eloy Garza

Es abogado, maestro en Letras por la UNAM y máster en Tecnologías de la Información por la Universidad Oberta de Cataluña. Escribe para diversos medios de comunicación.