Primeros comentarios al paquete económico para 2026

Marco Pérez DETONA® Pues ya casi para finalizar el día lunes 8 del mes, el Ejecutivo Federal pudo entregar a tiempo en la Cámara de Diputados (quedando pendiente la entrega en el Senado) el paquete económico para el próximo año.
https://vimeo.com/1091444957

Donde presentan una actualización de las estimaciones de cierre para este año de las principales variables macroeconómicas, así como de las finanzas públicas, incluyendo también la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación y el proyecto de Presupuesto de Egresos para 2026.

En esta primera entrega, comentaré principalmente los datos y la información contenidos en Criterios Generales de Política Económica para 2026, y algunas desviaciones importantes sobre variables de ingreso-gasto.

Empezando con la nueva estimación del crecimiento real de la economía para 2025, por fin la Secretaría de Hacienda dejó de lado su infundado optimismo de que la economía podría crecer hasta un 3% real este año.

Y redujo el rango de crecimiento que tenía, de un crecimiento de ente 2% y 3% real, para reducirlo ahora a un rango de 0.5% a 1.5%, lo que representa una reducción en su límite inferior del 75%, y de 50% de ajuste a la baja en su límite superior, rango más acorde a las estimaciones de analistas independientes, tanto en México como en el exterior.

Si bien este ajuste a la baja en el crecimiento real del PIB debe reflejarse también en un menor PIB nominal, ajustaron a la alza el crecimiento del deflactor del PIB, y lo aumentan de 4.3% a 5.2%.

Un aumento de casi un punto porcentual, muy superior al ajuste a la alza del Índice Nacional de Precios al Consumidor, el cual lo aumentan 0.4% (menos de la mitad del aumento al implícito) quizás buscando que el PIB nominal no se reduzca tanto, y afecte a la alza los cocientes como el déficit o la deuda a PIB.

Bueno, pues considerando el menor crecimiento real y el mayor deflactor, el nuevo PIB nominal que presentan para 2025, es superior al que debería ser, como en unos $100 mil millones de pesos, ayudando en algo a que no aumenten los cocientes ya mencionados.

Para 2026, retoman de nuevo el optimismo, y proyectan que la economía crecerá en un rango de entre 1.8% a 2.8%, argumentando que aumentará el consumo privado.

Basado en la mayor generación de empleo y en el crecimiento real de los salarios, en los nuevos programas sociales, así como por la mayor inversión, que según ellos se dará por la terminación de la incertidumbre asociada a la renegociación del Tratado, como si ese fuera el único obstáculo a la inversión privada, y la pérdida del estado de derecho no le importara a los inversionistas.

Estos argumentos no consideran, primero, que la generación de nuevos empleos sigue registrando una tendencia decreciente, segundo, que la mayor parte de los nuevos empleos son en el sector informal de la economía.

Donde los aumentos al salario mínimo no llegan, y tercero, que los nevos programas sociales, como la pensión a mujeres de 60 a 64 años y la beca en educación primaria, no pintan en pesos y centavos.

Por otro lado, los proyectos de inversión pública que se incluyen en el Presupuesto de Egresos para 2026, son de muy bajo monto en materia de inversión física, de unos $116 mil millones de pesos.

Mientras que la Inversión Financiera es incluso superior, de $128 mil millones de pesos, pero como se materializa vía “Transferencias” no es posible comprobar que su verdadero destino sea en realidad inversión física.

Pemex es la que presenta un crecimiento real en su inversión, pero no hay un detalle ni desglose de a donde se irá ese dinero, solo que a la refinería Olmeca se le destinarán unos $30 mil millones de pesos más, pero ni con eso, el total de la inversión pública para 2026, que es como un 20% de la inversión total, puede marcar una diferencia ya que no presenta un aumento real.

En resumen, se considera optimista el crecimiento esperado para 2026, pero bueno, esto podría explicarse y justificarse por la función que tiene el Gobierno de generar expectativas favorables entre los agentes económicos.

En materia petrolera, Criterios señala que el precio del crudo se estima que se reducirá, bajando de $62 dólares por barril en 2025 a $54.9 dólares para 2026, una caída de 11.5%, sin embrago, los ingresos petroleros totales aumentarán en más de 20%, (unos $200 mil millones de pesos más) argumentando que la producción de crudo aumentará en 80 millones de barriles diarios.

El problema es que la mayor plataforma solo representa el 4.7% de la producción total, insuficiente para compensar un precio 11.5% inferior, y que además, ese aumento incluye a los productores privados, que aportarán 68 de los 80 millones de los mayores barriles diarios de producción, el 85%!! y ellos no pagan Derechos como Pemex, ni sus ventas se registran como ingresos petroleros gubernamentales.

Definitivamente, o son muy malos para hacer cuentas, o de plano pretenden engañar al respetable, inflando ingresos, para reflejar un menor déficit, algo que también se detecta en el apartado del Gasto, donde se proyectan partidas con crecimientos anormalmente reducidos.

Un ejemplo es el gasto en jubilaciones y pensiones, que para 2026 lo proyectan con un incremento real de solo 0.5% en términos reales, aumentando de $1,637.7 miles de millones de pesos en 2025 (en pesos de 2026) a $1,704.2 miles de millones de pesos para el próximo año, un aumento de solo $66.5 millones de pesos, desproporcionalmente bajo, y muy difícil de explicar.

En 2024, año ya cerrado, las pensiones del IMSS y del ISSSTE, a cargo del Gobierno Federal, que representan más del 85% del gasto total incluido en esta partida presupuestal, aumentaron, respecto a 2023, en 7.4% real, por lo que si el 85% de esa partida ha estado creciendo a tasas superiores al 7% real, es simplemente INCREIBLE que el total pueda crecer en 2026 solo un 0.5%.

Tan solo con esta subestimación del gasto en jubilaciones y pensiones, y la sobre estimación de los ingresos petroleros ya comentados para 2026, el déficit presupuestal podría ser superior en más de $300 mil millones de pesos, al presentado para el próximo año, una diferencia de casi un 1% del PIB.

De hecho, para 2025, el gobierno federal reporta que su meta de reducir el déficit presupuestal a 3.2% del PIB, no se alcanzará, y estima cerrará en 3.6%, mismo déficit que proyecta para 2026, dejando en claro que no habrá mayor ajuste al déficit en 2026.

Los requerimientos financieros, que incluyen también el déficit extra presupuestal, se estiman también superiores para el cierre de este año, respecto al programa, aumentando de 3.9% a 4.3% del PIB.

Para 2026 proyectan que los requerimientos financieros se reduzcan a 4.1% del PIB, un ajuste de 0.2%, pero no por mayor ingreso o menores gastos, sino por variaciones en “otros ajustes” lo cual no reviste mérito alguno, pues no se asocia a disciplina financiera.

Seguiremos comentando el paquete económico en la próxima entrega.
https://vimeo.com/1115590494
https://vimeo.com/1115590526
https://vimeo.com/1015118818
https://vimeo.com/1091496933
Marco Pérez

Economista especialista en finanzas públicas, Socio Director de Econometría Aplicada SC, Conferencista y Catedrático a nivel doctorado.