Razonablemente bien
Vamos razonablemente bien, me dice, como me dijo hace uno y dos meses
La diferencia es que hoy tiene hechos y datos para sostener una alocución menos breve.
“Digo razonablemente bien, pero no es el mundo ideal”, razona.
Y así, la marea del cuarto mes toma a México en una posición que pocos pronosticaban el 20 de enero.
Siguen ahí las amenazas y los aranceles a los exportadores de autos, acero y aluminio, pero la estrategia de no reñir ni desesperarse, de comprender y hacer entender que nuestra fuerza está en la capacidad de integración con la mayor economía del mundo, parece estar rindiendo frutos.
México eludió sanciones mayores y quedó al margen de los “aranceles recíprocos”.
Trump y su equipo hablan ahora de acelerar la negociación del Tratado comercial, no de cancelarlo.
Con angustias, lastimaduras y moretones parece verdad que en lo económico-comercial vamos razonablemente bien al cuarto mes.