Renuncia a dirección del Centro de las Artes
Les platico:
La conozco desde hace una generación y sigue siendo la misma desde entonces: independiente, asertiva, rápida para tomar decisiones y mucho mas para actuar, claridosa, irreverente y sobre todo libre.
¿Qué pasó, Molina? Le pregunté y me respondió resumiendo en una frase las características con las que la describo:
“No me gustó”. Punto.
“Adaptarme a una estructura donde para hacer una exposición tiene que pasar medio año o más, siendo que yo en mi galería puedo hacerla en una semana, es demasiado pedirle a una persona de mi edad”, me dijo.
Los años no pasan para ella, pero la experiencia, el acervo, la riqueza de sus experiencias acumuladas por todo el mundo, la vuelven pieza única para un engranaje como el que en teoría debería de regir los destinos de la dirección del Centro de las Artes, de Conarte, de la mismísima Secretaría de Cultura del gobierno de Samuel.
Cuando me enteré que la Molina -así le llamamos sus amigos- iba al lugar que antes ocupara mi también amigo Jorge García Murillo, le dije a la irreverente de mi Gaby: Le doy medo año para que los mande a muy cerquita del rancho de López Obrador.
Ella es nada diplomática, y a lo mejor el puesto que ocupaba necesita de ese tipo de habilidades.
Cuando Verónica González Casas -la presidenta de Conarte- le ofreció el puesto, espero que ya supiera eso.
CONARTE Y SECRETARÍA DE CULTURA.
No me lo dijo pero creo adivinarlo: muchos todavía no saben cuál es la relación, la diferencia, la coordinación entre Conarte y la Secretaria de Cultura, Melissa Denis Segura Guerrero.
Esta es una de las grandes áreas de oportunidad del gobierno de Samuel, porque no solo de pan ni de agua vive el hombre.
“Me mata estar sujeta a procesos más lentos para hacer las cosas, que como yo las hago”, agregó.
¿Y a poco no sabías en la que te metías? ¿No te dijeron como era la cosa en ese puesto o qué?
Le solté a boca de jarro.
Y me respondió:
“Sí me lo explicaron, pero me comió la parte humana cuando te ponen en frente algo que toda la vida has querido hacer”, dijo.
“Me di seis meses para ponerme a prueba, hasta que me di cuenta de que si seguía me moría. Es una decisión dolorosa la que hoy tomo pero por salud, por ser asertiva, me voy de un puesto donde no era feliz. Ahora que presenté mi renuncia, estoy feliz”.
“Soy muy inquieta, mucho más de lo que un organismo puede darme en ese sentido. Si abro mi galería otra vez, voy a armar una exposición en una semana. En cambio, para hacer una exposición en el Centro de las Artes hay demasiados requisitos, exigencias que vienen muchas desde México.”
“Me gustaba el reto, pero si no concordamos las partes en la forma de dirigir, mejor hacerme a un lado y que ellos le sigan. Que venga alguien más joven y adaptable. Creo que Verónica tiene como un mes buscando a alguien”.
“Batallé mucho para salirme, para llegar a este punto, había resistencia desde adentro, hasta que les cayó el 20. Ahora, me toca apoyarles desde afuera. Ahí están Marco, la Pinacoteca. Prefiero seguir haciéndolo desde afuera”.
Entonces, me despedí de la Molina. Se va a unas merecidas vacaciones y cuando vuelva, ya la tendremos figurando en lo que a ella tanto le apasiona, el arte. Lástima por Conarte…
CAJÓN DE SASTRE
“Sea”, remata la irreverente de mi Gaby.