Soy Frankelda (México, 2025)
Soy Frankelda de los hermanos Arturo y Roy Ambriz es un tremendo esfuerzo para llevar a la pantalla grande una extensión de su serie animada tipo “stop motion” de Los Sustos Ocultos de Frankelda (canal de streaming Max, 2021).
De hecho, si la serie era sobre los cuentos contados por el fantasma de una escritora con 150 años muerta, en el largometraje conocemos el origen, a la pequeña Francisca Imelda y cómo desde pequeña tenía ya en su mente todo un tremendo catálogo de cuentos y sustos.
Celebro que Cinepolis Distribución haya compartido el filme porque se merece eso, conocer el origen y bastante de la narrativa de la serie transmitida por Max, a bastantes personajes que “cobran vida” cortesía que la niña y luego ya como joven mujer, quiere que todo mundo conozca.
De forma paralela y debido a que ella los creó en su subconsciente, en Topis Terrentus el plano de los sustos, los reyes Ficturo y Veritena y el joven príncipe Herneval viven plenamente hasta que se dan cuenta que en el mundo real la gente ya no tiene el mismo miedo que antes de las pesadillas que los acechan dormidos.
Por ende su universo se está acabando y Herneval tiene la idea de traer a Francisca a su universo para que escriba mas cuentos y mas pesadillas.
Claro que Procustes, el maestro de las pesadillas, no quiere eso y va a procurar que Francisca, ahora Frankelda, no logre triunfar en Topis Terrentus.
Los hermanos Ambriz presentan todo un espectáculo en la pantalla grande, obvio a años luz de su trabajo para la plataforma de streaming de Max, con mas ambición y mas desarrollo para lograr establecer el universo de Frankelda de forma sólida, con un origen y con desarrollo del porqué de los personajes en el plano de los sustos y en la existencia real.
El diseño es impecable, increíblemente detallado y uno no se cansa de mirar hasta el último rincón de la pantalla para no perderse nada.
El inicio es interesante con la trágica vida de la niña sometida por la autoritaria abuela, metáfora de cómo somos controlados por terceros para frenar la imaginación y la mentalidad “rebelde” que quiere confrontar al status quo.
Lo que vemos me recordó mucho a Coraline y El Extraño Mundo de Jack (Nightmare Before Christmas) y su estilo de dar vida cuadro por cuadro a sus personajes.
El universo es gótico, oscuro y la visión es bizarra, pero la forma a veces se lleva de encuentro al fondo, con lo barroco, amontonar cosas y con la que se rellena cada centímetro de lo que vemos.
Esto hace que a vaces los personajes se pierdan en tremenda escenografía que es el mundo de los sustos.
Y el guion tiene sus fallas y no colabora mucho cortesía de que al principio no se entiende para nada cual es la idea de tener a Frankelda en el plano de Topis Terrentus ni cual es el plan del príncipe para tenerla ahí.
Peor se pone la historia cuando el villano decide que las cosas se van a hacer a su modo y aún mas confuso cuando invoca al Clan de los 7 para derrocar a los reyes que desemboca en una batalla que no se sabe literal quién es quién en medio del enfrentamiento.
En lugar de ser una escena para deslumbrar, se convierte en “alguien que me explique”.
De hecho la trama es anticlimática, no hay un final sino un momento que se convoca a otra batalla que sabrá Dios si es para una segunda película y a la vez, la idea que estamos viendo el arranque de la serie de Los Sustos Ocultos de Frankelda, no el final de Soy Frankelda demeritan un poco la historia.
Logrado eso, Soy Frankelda es promisoria y algo decepcionante, pero la producción por sí sola, la tremenda imaginación plasmada en “stop motion” y sus técnicas que podemos apreciar en los créditos finales para decir “wow”, es la que salva de la perdición total a la película.