Springsteen: Música de Ninguna Parte (Springsteen: Deliver Me From Nowhere/ EUA, 2025)
Springsteen: Música de Ninguna Parte es un vistazo a lo que denomina la película los años oscuros del cantante, alrededor de 1982 mientras componía su álbum Nebraska.
Bruce Springsteen “El Jefe”, es interpretado por Jeremy Allen White y lo conocemos al borde de la grandeza a como lo define su representante Jon Landau (Jeremy Strong) y a como se ha colocado ante la industria de la música luego de su álbum The River (1980).
Somos testigos en conocer en flashbacks la triste vida que tuvo Bruce Springsteen de niño y la trama se salta como logró llegar a la popularidad que vivía él ya desde su primer y segundo álbumes en 1973.
El centro de atención viendo a su padre y viendo lo que vive Springsteen es como vivió en un tremendo estado de depresión por muchos años y según el filme, mucha de su música se origina de su enfermedad.
La producción fílmica a cómo es manejada por el director Scott Cooper se ensimisma demasiado en ese lapso de tiempo y quien sabe por qué evade sus años con los que arrancó su carrera, pero al estilo de otros filmes sobre leyendas como Bob Dylan en Un Completo Desconocido y Elvis en el filme del mismo nombre buscan un punto central para decir, “el antes y el después”.
Jeremy Allen White a lo igual que Timothée Chalamet y su Bob Dylan o Austin Butler y su Elvis, son gente que nacieron para interpretar a esos íconos de la música de forma y figura, al pie de la letra.
En el caso de White y su Springsteen se sabe y se nota que algo tiene y algo influye en su vida y obra.
La música que compone y la raíz de su lírica, parte de su estado de depresión.
Springsteen fue pionero del rock que reflejaba el núcleo del pueblo americano, la clase trabajadora y su letra y canciones los exaltaba.
El tema central del filme que es la elaboración del álbum minimalista Nebraska fue considerado como neo folclórico, exitosamente experimental pero no tanto un éxito comercial como se esperaba a comparación de sus primeros discos.
Las licencias intelectuales con las que navega la película también son interesantes y calculadas para lograr los efectos necesarios en el personaje.
Se evade tocar que Bruce tenía dos hermanas, de la cual se ve sólo una y ni se menciona su nombre.
La figura del interés romántico que es Faye (Odessa Young) es ficticio, pero puesto ahí para representar los problemas que tuvo con parejas en esos años.
Bruce comenzó a tratar su depresión por esos años, según el artista, la tiene bajo control, pero sufrió fuertes momentos depresivos entre 2010 y 2012.
Lo que sí se evade totalmente es que MTV ya mandaba por esos años con el nacimiento de la era del video-clip y ya era por un hecho que el video, había matado a la estrella de la radio.
Y muchos comentan que el real lanzamiento de Bruce Springsteen y su fama a nivel mundial sólo se dio hasta que se conoció el video de Born in the USA filmado por Brian de Palma en 1984.
Su excentricidad era mas agresiva de lo que se ve en el filme por encima de alegar “no quiero singles, no quiero promoción, ni entrevistas por mi nuevo disco”, que repito, todo se terminó cuando MTV puso sus manos en el artista.