Tigres: del descenso a la gloria

Hoy se cumplen 25 años del descenso del equipo a la Segunda División del futbol mexicano.

El 24 de marzo de 1996 se convirtió en una fecha que fue un parteaguas en la historia del futbol regiomontano.

Hoy hace 25 años, los Tigres de la UANL sufrieron el único descenso que han tenido en su historia, siendo relegados a la segunda categoría del balompié mexicano, denominado en aquel entonces como “Primera A”.

Por si fuera poco, el hecho sucedió ante el acérrimo rival, los Rayados de Monterrey, quienes vencieron a los felinos por marcador de 2-1 en la edición 51 del Clásico Regiomontano, celebrado en el estadio Universitario, un domingo a mediodía.

UN NUEVO MODELO DE NEGOCIO

Pero más allá de lo deportivo, el evento marcó un antes y un después en el modelo de negocio del futbol en la entidad, debido a la entrada de dos empresas que hoy mandan en la industria local del deporte de las patadas: Cemex y Femsa.

El año de 1996 resultó un tanto polémico para la Universidad Autónoma de Nuevo León, pues además de la salida del entonces rector Manuel Silos Martínez, en medio de acusaciones por presunto peculado, la UANL se vio incapacitada de mantener la franquicia de futbol soccer profesional, la cual venía arrastrando deudas y malos resultados que lo condenaron al descenso.

Una vez concluida la temporada 1995-1996, según versiones de la época, se habló inclusive hasta de la posibilidad de trasladar al Necaxa o al Atlante para que alguno de estos equipos jugara en nuestra ciudad y que continuase habiendo dos clubes en la localidad.

Hasta Jorge Lankenau Rocha (QEPD), entonces propietario del Club Monterrey, invitó a todos los Tigres a “hacerse Rayados”, pues el banquero llegó a pensar que tras la pérdida de la categoría de los felinos, terminaría con ello la euforia de sus aficionados en la ciudad.

ENTRA AL QUITE LA IP

Finamente nada de eso ocurrió y el 12 de junio de 1996 la UANL, Cemex y Femsa sellaron un convenio mediante un fideicomiso denominado “Sinergia Deportiva” para administrar al equipo; es decir, la franquicia ya no sería manejada por la Universidad, sino por la iniciativa privada.

De acuerdo con informaciones periodísticas, el grupo Cemex-Sinergia se encargaría de liquidar una deuda de 30 millones de pesos –que tenía la UANL por manejos del club– de la siguiente forma: se le otorgó a la Universidad 15 millones en efectivo; 10 millones restantes en venta de jugadores y 5 millones en especie con cemento y concreto para obras en instalaciones universitarias.

DE SINERGIA DEPORTIVA AL CCE

De esta manera, la nueva dirigencia de Tigres quedó conformada por José Domene Zambrano como presidente, una persona muy ligada a Cemex, además de incluir como consejeros del proyecto a directivos de Femsa, como José González Ornelas (hoy presidente del Consejo de Administración de los Rayados) y al entonces director general, Carlos Salazar Lomelín, quien es el actual presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

Tras una temporada en la extinta “Primera A” (hoy Liga de Expansión), en la que logró el bicampeonato, boletos agotados en el Estadio Universitario y buenos ratings en el recién estrenado concepto de Pago Por Evento, los Tigres regresaron a la Primera División para quedarse... y el resto es historia.

Femsa decidió retirarse del proyecto; Cemex se quedó con el paquete y con “Sinergia Deportiva” como empresa subsidiaria que administra la franquicia.

Veinticinco años después, el equipo está convertido en uno de los más importantes del futbol mexicano y de Latinoamérica, con un modelo de negocio que le permitió emerger del infierno del descenso hacia la gloria.
Juan Reyna Loa

Periodista deportivo desde hace 12 años. Ha sido reportero y comentarista en radio, además de editor de medios impresos y digitales en Monterrey.