Timan a turistas extranjeros en Yucatán y Quintana Roo

Necesitamos turismo y al poco que llega, lo roban. Comerciantes, agencias y "tiempos compartidos" le dan en la madre a la "marca México".

Viajé con mi esposo -que es sueco- desde Gotemburgo a Monterrey y de ahí a Cancún y compramos unos tours a la agencia Sol-Ha, que opera dentro del hotel Royal Solaris. 

Compramos Chichén Itzá, Xolbox e Isla Mujeres. Mi marido estaba muy ilusionado por conocer la cultura Maya pues curiosamente su nombre, Matz, está relacionado al Dios Maya Kukulkán, también conocido como Gucumatz; ahí está su nombre en la terminación.

Sol-Ha subcontrata a la agencia EKINOX Tours y primero fuimos a Chichén Itzá, donde los operadores hacen mucho énfasis en que no compremos ningún souvenir dentro de las ruinas porque son falsas, de acuerdo al guía de EKINOX Tours. 

Después nos llevaron a un cenote y luego a una comunidad Maya que se llama Chac-mol de Kaua, donde nos enseñaron a cocinar cochinita pibil y de ahí mismo pasamos a comer al restaurante Manolos.

Finalmente nos llevaron a ver los talleres de los mayas donde trabajan las artesanías dentro de esta misma comunidad; ahí el guía comenzó con una historia de que en el 2019 dentro de los cenotes habían encontrado piedras zultanitas, esas famosas que cambian de color dependiendo del tipo de luz a la que se expone la "gema".

De acuerdo a investigaciones posteriores por nuestra cuenta, la zultanita solo se encuentra en el mar de Turquía a 4 mil metros de profundidad.

Son muy raras y difíciles de conseguir pero como no sabíamos y nos fascinamos con la demostración que hicieron, mi esposo decidió regalarme un anillo con una “zultanita” morada que cambia a verde, por la que pagó 84 dólares.

Nos atrapó la labia de los mismos mayas que están vendiéndolas y del mismísimo guía; sí, quizá fuimos muy ingenuos al no sospechar que algo estaba raro ahí.

En la nota de compra escriben que es una zultanita lo que están vendiendo y si se fijan abajo del número de folio escriben: B= Ricardo, sí, Ricardo es el nombre de nuestro guía.

No lo notamos en ese momento hasta después de que nos pusimos a investigar si nos habían visto la cara.

LA PLAGA DE LOS TIEMPOS COMPARTIDOS

Al día siguiente fuimos a un tour a Tulum, que por cierto, fue gratis pues escuchamos una plática de tiempo compartido del Royal Solaris, que por favor, no lo hagan pues son INTIMIDANTES e INSISTENTES sus vendedores y carísimas sus membresías. No vale la pena. 

Pues nadie nos avisó que primero nos llevarían a una joyería en Playa del Carmen, que también vendía la mentada “zultanita”.

Estábamos en la sala de espera y de pronto veo que salen varias chicas nacionales y extranjeras, súper emocionadas casi gritando para que todos escucháramos, que la piedra cambiaba de color.

Mi esposo y yo nos miramos como diciendo: "reconozco ese cuento de ayer". 

Al lado de nosotros pasa una chica con su pareja y le preguntó a la vendedora: "¿eso que están revisando es una ´zultanita?"; la vendedora responde: "sí". Y ahí pensé, "algo huele mal aquí".

Entonces le pregunté a una empleada del lugar: "¿por qué hay tantas ´zultanitas´ en todos lados en Yucatán y ahora en Quintana Roo, que no se supone que es una piedra difícil de conseguir?". 

La chica se puso muy nerviosa y me confesó que la traen de otros lados; en su mirada vi vergüenza, y se fue. 

Así que a esas chicas también les estaban vendiendo el cuento de la “zultanita”.

Al cuarto día fuimos a Isla Mujeres y los guías del tour nos dijeron que nos tenían que poner un brazalete en una tienda y, ¿qué creen? 

Sí, también era una joyería; las hay por todos lados en Quintana Roo y Yucatán; abundan como palmas en la playa. 

EL "DIAMANTE MAYA"

Ahí también se acercó un vendedor para contarnos la historia del “diamante maya”; ya bastante fastidiada en ese punto le respondí: "sí, no me digas, la ´zultanita maya". 

El hombre se quedó mudo por un momento y me corrigió: "el diamante maya". 

Le reviré: "sí, la que cambia de color, la ´zultanita´ que dicen los mayas encontraron en los cenotes". 

Quizá el tono de mi decepción lo hizo parar en seco y ofrecernos tequila; solo fuimos y probamos pero no compramos, porque a esas alturas capaz de que nos estaban vendiendo alcohol etílico.

Cuando di mi rotundo NO, el tipo -con cara de molesto- se volteó y se fue. O sea, ahora resulta que a fuerza hay que comprarles todo lo que ofrecen ¡súper pasados y pesados que están!

UN ROBO

De regreso en Monterrey fuimos a un joyero de confianza. Observó la "gema" y nos dijo que no es zultanita. 

"Es una amatista, tiene plata y rodio el anillo", precisó. Le dije que según los vendedores es plata y el joyero insistió en que no.

Nos dijo que por todos lados fue un robo.

Reporté todo esto a la agencia Sol-Ha y dijeron que lo harían con EKINOX y que a su vez con los mayas, que por cierto el chico de Sol-Ha me dijo que el guía Ricardo tiene varios reportes de quejas, y que iban a buscar la manera de recompensarnos.

Dos semanas después seguimos esperando al menos una explicación y nadie nos contacta. Son una mafia formada por agencias de turismo, joyerías y confabulados con las autoridades que nada hacen para evitar este daño a la "marca "México" y al turismo.

El sueco, o sea mi esposo, quedó muy decepcionado de la cultura maya; tanta ilusión que tenía de conocer su cultura y vean la estafada que le dieron.

(NOTA DEL EDITOR: Reportes similares nos llegan de otros afectados por la venta de "joyas" falsas en Yucatán y Quintana Roo y más aún de los engaños que sufren turistas nacionales y extranjeros por parte de negocios de tiempo compartido, como la cadena de hoteles Dreams. De este tema nos ocuparemos en próximos artículos).

Dalia Lozman

Comunicadora/ Diseñadora Instruccional/ Agente de viajes. Egresada de Ciencias de la Comunicación por la UANL con Maestría en Educación del Tecmilenio. Realizó su tesis de Maestría en Educación Superior en Hyper Island School de Estocolmo.