A la caza de Maduro
Más de 15 mil militares en buques y un portaaviones, según se menciona en diversas notas periodísticas, vigilan las costas de ese país para evitar el trasiego de drogas por aguas internacionales.
Más de 60 personas han muerto en enfrentamientos con los marines estadounidenses, que tienen orden de bombardear a las embarcaciones que presuntamente transportan droga.
Eliminar deliberadamente a las personas que llevan drogas es éticamente y jurídicamente cuestionable, pero el mensaje que manda a los cárteles de ese país y desde luego, de nuestro país es contundente; Estados Unidos no se detendrá hasta acabar con los cárteles que inundan ese país con diferentes tipos de drogas.
Lo que sigue en Venezuela es capturar y encarcelar en territorio estadounidense a Nicolás Maduro, lo que posiblemente sucederá pronto, pero quienes deben estar preocupados son los integrantes de las mafias mexicanas, porque terminando con Venezuela, posiblemente seguirán ellos, porque la mayor parte de la droga de Venezuela y Colombia que llega a Estados Unidos, lo hace por el territorio mexicano, a donde llega desde el océano pacífico.
Difícilmente apostarán sus tropas alrededor de nuestras costas, pero sí podrán ingresar al territorio mexicano con la excusa de que participan en un programa especial de adiestramiento a las tropas mexicanas, cuando en el fondo lo que hacen es apoyar las tareas de inteligencia militar para ubicar y detener narcotraficantes y desmantelar laboratorios de fentanilo.
La segunda era de Donald Trump en la Presidencia de la República estadounidense, que apenas ha cumplido sus primeros diez meses, parece orientada a dejar una marca definitiva en la política antidrogas de su país.
