A un año del rescate de Corral
Agentes de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua habían llegado al lugar con una orden de aprehensión por peculado (96 millones de pesos) contra el exgobernador Corral.
Pero el fiscal Ulises y los suyos evitaron la detención.
“Bajo ninguna circunstancia se trató de un rescate”, dijo el fiscal por si alguien supusiese lo contrario.
Sacó a Corral, lo llevó a las oficinas de la Fiscalía, dejó que tomara aire y lo soltó alegando retorcidos criterios procesales.
A dúo con el presidente López Obrador, Corral acusó persecución política, mentiras y ánimo de venganza.
Dos semanas después asumió como senador y obtuvo el fuero que lo salvaría de rendir cuentas.
El grupo parlamentario de Morena, liderado por Adán Augusto López, lo acogió y premió designándolo, sí, presidente de la Comisión de Justicia, cargo que desempeña sin pena ni gloria, pese a su compromiso de dotar al país de “justicia pronta y expedita mediante un acceso efectivo de los ciudadanos para la protección de sus derechos, desformalizando métodos y procesos”.
Eso decía hace un año.
Así era México en 2024, ganaban los corrales.