AMLO busca revivir el fraude

Pretende desconocer la lucha y compromiso de miles de mexicanos y de los partidos políticos para regresar a los tiempos del “mapache” y la urna embarazada.

Todo resentido traiciona a quien lo ayudó. Es el caso de López Orador. Odia al INE que transparentó y reconoció su triunfo en el 2018. Nada extraño, viniendo de él.

El éxito de su arribismo siempre ha estado marcado por innumerables ingratitudes y deslealtades.

La Iglesia Católica, a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), dijo -sin decirlo-, que la reforma electoral del presidente constituye una traición a los ciudadanos.

Quiere enterrar una institución que sirve a la democracia para revivir el fraude.

Pretende desconocer la lucha y compromiso de miles de mexicanos y de los partidos políticos para regresar a los tiempos del “mapache” y la urna embarazada.

Y es que López viene de la cultura del engaño y la extorsión. No cree en el voto libre, sino en la elección “arreglada”, convenida y negociada, en el acarreo de masas hambrientas y empobrecidas fáciles de manipular.

López es el rey del cash, pero también es maestro de la estafa. Asegura que busca acabar con un sistema electoral corrupto y antidemocrático cuando ha convertido a Morena en una maquinaria “narco electoral” para ganar elecciones.

Un presidente que dice gobernar para el pueblo quiere acabar con la institución más confiable.
Parece tener celos de que los mexicanos, –especialmente los más pobres–, lleven en el bolsillo una credencial que no los identifica como morenistas sino como ciudadanos libres.

El nombre con el que quiere sustituir al INE lo dice todo. AMLO lo quiere llamar Instituto Nacional de Elecciones y Consultas. Busca que la consulta popular sustituya al Poder Legislativo. Que sea un electorado movilizado y pagado por el gobierno el que vote las iniciativas del presidente y ya no los partidos políticos.

Es el método que utilizó para cancelar el Aeropuerto de Texcoco, enjuiciar a cinco expresidentes, parar la construcción de la cervecería Constellation Brands en Mexicali y montar el teatro sobre Revocación de Mandato y ahora, quiere consultar –con un INE bajo su control– si debe quedarse en el cargo después del 24 porque –como dicen las bardas– se siente muy “agusto”.

Lo señala con todas sus letras el Episcopado Mexicano: la reforma es “claramente regresiva”.

Y lo es porque busca hacer del sistema electoral la principal herramienta para instaurar un régimen verticalista y despótico dedicado a organizar y perfeccionar fraudes.

Por eso necesita que los futuros consejeros sean electos por Morena, que los ciudadanos ya no elijan a sus diputados y senadores, que las minorías ya no estén representadas y desaparezcan los OPLES para centralizar el control de las elecciones en las letrinas de Palacio.

A López le estorba la autonomía del INE para instaurar su imperio.

Ya logró someter al Poder Judicial y Legislativo. Ya corrompió al Ejército y tiene cooptados a los medios de comunicación más importantes. Sólo le falta el INE para que las urnas lo declaren déspota vitalicio.

Su reforma electoral busca –aunque lo niegue– la desaparición del INE y tiene como único y principal propósito crear un órgano electoral que sólo le sirva a él.

Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.