¿Cómo aprender a pasar las olas?

¿Bye bye Bumble? y el despertar del amor

Ana Laura Martínez DETONA: Tras años de demostrar mi fortaleza, especialmente desde mi divorcio hace dos años, me encuentro exhausta y necesitada de un cambio.

En el constante fluir de la vida, las olas de mi amor se elevan como fuerzas impredecibles, danzando en el escenario cambiante de nuestras experiencias.

Cada encuentro es una ola única, portadora de la promesa de una conexión profunda y la posibilidad de transformar las orillas de nuestra existencia.

¿Cuál es el propósito último de una ola sino llegar a la orilla?

El propósito de una ola trasciende su mera llegada a la costa; es la expresión misma de la danza eterna entre la tierra y el mar, una coreografía perpetua que revela la armonía y la fuerza de la naturaleza.

Cada ola es una narrativa efímera, un poema en movimiento que acaricia la costa, llevando consigo la esencia del océano y dejando su huella en la arena como testamento de su breve paso.

En su constante vaivén, las olas también desempeñan un papel fundamental en la regulación del equilibrio ecológico marino y en la creación de un hábitat propicio para una diversidad de formas de vida acuática.

Dicho lo anterior, en el constante fluir de mi existencia, las olas de mi amor se manifiestan como corrientes emocionales, capaces de cautivar y desafiar la esencia misma de mis relaciones.

En este vasto océano de experiencias, últimamente me pasa por la mente en repetidas ocasiones la interrogante de ¿cómo amar sin apropiarse?

Sí, en un delicado equilibrio, donde la conexión se nutre sin imponer cadenas.

La complejidad de un amor sin compromiso, radica en amar sin exigir retribuciones, permitiendo que el amor fluya de manera desinteresada, como las olas que acarician la playa sin esperar nada a cambio.

Sentir la ausencia física de la persona con la que se tiene una conexión revela una madurez emocional, donde el amor se manifiesta sin dependencias, encontrando su propia libertad en dicha elección consciente.

Mis ganas de buscar intensamente a alguien con quien poder formar una pareja son innegables.

Pero la falta de conexiones honestas me tienen verdaderamente exhausta, han drenado mi energía vital y me niego a seguir adelante explorando estas posibilidades en Bumble, prefiero bajar la cortina y dejar que la vida siga su rumbo natural, pero a su vez, es fuerte pensar en quedarse sin opciones.

El arte de no insistir cuando no nace naturalmente se asemeja al reconocimiento de que las personas dedican tiempo solo a lo que genuinamente desean.

En este contexto, la pérdida de mi apego emocional se revela como una experiencia ordinaria, donde la autenticidad del amor no reside en la posesión, sino en la energía y el esfuerzo invertidos, haciendo que cada día, la conexión sea especial.

La comunicación efectiva se erige como la clave para evitar las incertidumbres que surgen ante la falta de respuestas o actitudes inexplicables.

En la etapa adulta, el cuestionamiento constante pierde relevancia, dando paso a la elección de compartir la vida con aquellos que valoran y disfrutan de nuestra compañía.

La elección de pareja deberia ser un escenario donde el amor y la complicidad superan el estrés innecesario y no un escenario que aporte más estrés a nuestra existencia, por una incertidumbre constante.

Soy una mujer con un pensamiento obsesivo e inherentemente entregada a mi oficio como escritora y encuentro en el amor un desafío particular.

La aceptación de cancelaciones imaginarias y pruebas mentales me revelan la valentía de siempre sumergirme en el amor incondicional, donde cada rompimiento y reconciliación vale la pena.

La naturaleza condicional de la vida se desdibuja, y el amor se manifiesta sin restricciones, arraigado en la aceptación de las complejidades humanas.

Tengo un patrón claro, no soy rara soy un lujo… silencioso, donde el despertar de mi amor después de mi último desamor, me enfrenta a vivir las experiencias menos efusiva que lo que fueron mis amores del pasado.

Más consciente y precavida pues las cicatrices pasadas se tornan en lecciones que me enseñan a apreciar mi vulnerabilidad y si permito que alguien ingrese a mi mundo, fue una decisión tomada bajo demasiada cautela. 

Amar, para mi se convierte en un acto de conocimiento profundo, donde tomo las palabras como verdades absolutas y en las acciones no existe otra cosa más que acciones alineadas con los sentimientos.

Reconozco que creo haber encontrado a la persona correcta, pero como puede ser la correcta si el momento es el equivocado, lo cual se torna un dilema emocional, donde la química excepcional choca con sus circunstancias inoportunas.

Acepto la realidad de las limitaciones y mas cuando me quedó claro que no “estamos ahí”, y a la par, por el momento, yo ya me quedé sin energía para seguir buscando el amor en Bumble, ¿por qué en dónde más se puede encontrar en estos tiempos modernos?

La honestidad de tus palabras se han convertido en la moneda de cambio de este intercambio emocional.

La simplicidad del "no" adquirió un valor incalculable, y el compromiso de cuidar mis expresiones refleja el respeto por el impacto de las palabras en el corazón de mi ser amado, si es que a esto le puedes llamar amor, aunque yo estoy segura desde hace varias columnas que si lo es. 

En un punto crucial, mi vida hoy alcanza una claridad donde el espacio para cuestionamientos se reduce.

Mis intenciones y motivos se revelan a través de acciones coherentes, y la comprensión de que uno no elige de quien enamorarse, sino que simplemente sucede, se convierte en un principio fundamental.

Así, en este tapiz del amor que hoy me cubre, el tejido como en las complejidades del océano, en cada experiencia y en cada elección consciente se entrelazan, formando una narrativa única.

En este relato, mi amor, como las olas que acarician la playa, dejan una huella duradera en la arena de mi vida, demostrandome que, incluso en la incertidumbre, el amor genuino persiste como una constante en el flujo eterno de mis experiencias.

En mi perspectiva, la contradicción se erige como el motor impulsor de mi narrativa.

Al observar tanto mi historia pasada como mi realidad presente con este enfoque, revelo que cada noche alberga un día, y cada día, una noche; un continuo ciclo.

La experiencia en mi actual soltería se asemeja a la travesía de un extenso poema de amor, donde he vivido encuentros, noches compartidas y hasta ahí.

En la amalgama de contrarios que se enfrentan, ambos elementos coexisten inseparablemente.

Es por esta razón que al abordar los horrores de mis conexiones fallidas, es imperativo equilibrarlos con amores verdaderos, para reflejar la verdadera naturaleza de la vida y sus incesantes altibajos.

De mi parte, la intimidad, exige exclusividad.

Mi exclusividad radica en que yo no le hablo a cualquiera y no a cualquiera le ofrezco importancia y atención, ¿cuál es la razón de que la intimidad posea tal poder? ¿Y qué sucede cuando la exclusividad no se encuentra en esta ecuación?

La exclusividad radica en su capacidad para comunicar a la persona frente a ti: con todo lo que conozco y desconozco de ti, tanto lo bueno como lo malo, todo lo que el futuro nos depara y lo que aún no preveo, junto con lo que sé que alberga tu corazón y lo que sé que no posees; con todos esos matices, elijo escogerte.

Así como el mar se compone de innumerables olas, el amor se manifiesta en diversas formas, desde las suaves caricias de una brisa marina hasta las impactantes tormentas que desafían nuestra fortaleza emocional.

En esta sinfonía de emociones, las relaciones se entrelazan como corrientes que se entrecruzan, creando patrones complejos y fascinantes.

Busco una relación y ya no me engaño pensando que los límites impuestos por las heridas del pasado me serán útiles, ni confío en que la coraza que resguarda mi corazón impedirá su entrada, porque en su presencia, todo eso se desvanece.

Como los surfistas hábiles que desafían las olas con gracia y valentía, así también exploro las aguas del amor, equilibrando entre mis emociones y la razón.

Cada elección que hago es como remar contra la corriente, buscando armonía en medio de olas tumultuosas y anhelando la calma que sigue a la tormenta.

A veces, la marea del amor me envuelve con su abrazo cálido y acogedor, recordándome la belleza de la conexión humana.

Otras veces, enfrento la embestida de olas tumultuosas que ponen a prueba mi resistencia y determinación.

En este vasto océano de emociones, desearía que mis relaciones florecieran y fluyeran, reflejando la naturaleza siempre cambiante de las mareas y las complejidades del corazón humano.

Amar, lejos de ser un acto de posesión, es más bien una danza en la que dos almas convergen, sin perder la esencia individual. 

En lugar de convertir al ser amado en esclavo, el amor auténtico florece como un jardín compartido, donde cada flor representa la singularidad de ambos, transformando la existencia sin anularla.

No existe una norma específica o conjunto de normas supremas para un "Imperio Romano de la oscuridad del amor".

Sin embargo, si me refiero a establecer un tono romántico, misterioso o apasionado en “esto”, podrías considerar algunas pautas generales que reflejen esa atmósfera:

  1. Secrecía y Misterio: Mantener ciertos aspectos de la relación privados, fomentando un sentido de misterio y descubrimiento.
  2. Pasión Intensa: Cultivar una conexión apasionada y profunda, donde las emociones fluyan con intensidad.
  3. Comunicación Íntima: Fomentar la comunicación profunda y sincera, compartiendo pensamientos y sentimientos de manera íntima.
  4. Romanticismo Oscuro: Introducir elementos románticos con un toque oscuro, como gestos sorpresa en lugares inesperados o mensajes escritos con un toque misterioso, o canciones en cierta playlist. 
  5. Complicidad Complicada: Crear una complicidad especial entre ambos, construyendo una conexión que solo nosotros dos entendemos, como un lenguaje exclusivo de un Imperio Romano Supremo de la Oscuridad.
  6. Juegos de Rol: Experimentar con juegos de rol románticos que añadan una capa de fantasía a la relación.
  7. Aventura Conjunta: Vivir experiencias inolvidables juntos, lo que fortalecerá el vínculo y hará que la relación sea única.

La clave es siempre construir una relación basada en el respeto, la comunicación y el entendimiento mutuo, pero ¿qué sucede cuando en la "oscuridad del amor, solo hay conexión y no una relación?

Puede ser un término poético, pero en este viaje, este amor se revela como un océano vasto y misterioso, lleno de descubrimientos y desafíos.

Las olas que abrazamos y las que dejamos ir dan forma a la historia única de nuestras vidas, de este, nuestro Imperio Romano, creando un paisaje cambiante de experiencias compartidas y lecciones aprendidas.

¿Por qué anhelo tanto ser amada?

Porque el amor nos hacen sentir distintos.

Así como no todos los amores merecen ser vividos, no todas las batallas merecen ser libradas.

Hay algunas contiendas que es preferible ceder, incluso teniendo la razón, y hoy no deseo compartir mi tiempo con personas que no comprenden qué cosas me lastiman o que es para mí lo verdaderamente importante. 

En ocasiones, la dicha se manifiesta cuando podemos crear algo positivo en la vida, tanto para nosotros como para los demás, algo que hasta ese momento no existía.

En última instancia, al sumergirme en las profundidades de este océano emocional, encuentro que el amor, como las olas que besan la playa, deja su huella en la arena de mi ser.

Cada cicatriz y cada caricia son testigos de un viaje inolvidable, donde las mareas del amor me han enseñado que, incluso en la incertidumbre, la belleza de la conexión humana perdura como una constante en el fluir eterno de nuestras vidas.

La decisión de permanecer en un amor es compleja

Mi amor no es perfecto, los seres humanos no somos perfectos, y nadie puede completarnos ni transformar por completo nuestra vida.

Para mí, el amor que vale la pena es aquel de una persona que puede prosperar en la soledad, pero que reconoce que la vida es más hermosa y mejor al lado del otro.

La mejor respuesta cuando te dicen que ya no, es retirarte con dignidad.

Abstenerse de molestar, de llamar por teléfono, de rastrear los movimientos del otro.

La vida, en muchas ocasiones, nos dice que no, pero también a veces de la nada nos dice la vida un “te amo creo”.

¿Pero qué pasa cuando dimos por terminado nuestro Imperio Romano y simplemente no pude sostener su fin?

El volver a tomar fuerzas para seguir buscanco el amor en Bumble, la plataforma digital que me abrió senderos para encuentros y conexiones, me abre ahora una nueva página en el libro del amor y la vida.

Como mujer arraigada en la independencia, valoro profundamente la ternura y la paciencia en mis relaciones.

Tras años de demostrar mi fortaleza, especialmente desde mi divorcio hace dos años, me encuentro exhausta y necesitada de un cambio.

¿Quién no ha experimentado ese momento de conexión instantánea con alguien?

¿O esa química palpable que parece prometer un futuro juntos, incluso la construcción de un imperio romano en la era moderna?

En medio de estas reflexiones, una pregunta persiste: ¿Cuál ha sido el gesto más hermoso que alguien ha tenido contigo? Para mí, es el simple acto de leer mis letras.

Con esta reafirmación de no tirar la toalla en Bumble, doy la bienvenida a un nuevo capítulo, donde el amor y las olas de la vida se entrelazan, ofreciendo nuevas oportunidades y emocionantes horizontes por explorar.

Ana Laura Martínez

Reconocida escritora, artista conceptual y oradora de TED Talks, se destaca como fundadora de la comunidad global literaria "Ana Laura Libros" y del innovador proyecto "ATELIER". En este laboratorio mexicano, fusiona sus habilidades artísticas y literarias para transformar emociones en procesos artísticos. A través de su incursión autodidacta, Ana Laura ha ampliado su enfoque, sumando el título de ARTISTA CONCEPTUAL a su faceta de ESCRITORA. Su creatividad se manifiesta en proyectos como Deconstrucciones Decorativas, Maison Tables, Denim Statements, Caligraphy Art, 28x21 Arte, Editorial ALL, Ingeniería To Go y Letras al Vacío Salinas, reflejando la diversidad de su talento en el mundo artístico y literario.