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Donaciones a Turquía nunca dejaron el país: Pamela Cerdeira

¡Lamentable!. La periodista publicó un video en el que comparte que había puesto un AirTag en los víveres que donó y uno de ellos terminó en el banco de alimentos de un diputado.

Hace unos meses, cuando Turquía sufrió una de sus peores catástrofes por el fuerte sismo que sacudió al país, México se unió a la causa para juntar víveres para los damnificados.

Pero, la buena intención de las personas que donaron resulta que se disolvió por las transas de unos cuantos que las desviaron para su propio beneficio y nunca llegaron a Turquía.

Resulta que el gobierno de la Ciudad de México instaló un centro de acopio en el Zócalo capitalino para ayudar a los cientos de personas que quedaron afectadas por este fenómeno natural.

La periodista Pamela Cerdeira hizo una investigación de esto debido a que descubrió que el destino de los víveres donados,  jamás llegaron.

“A través de Transparencia, me contestaron que se recabaron 30 toneladas de víveres, que éstas fueron llevadas al hangar de la Secretaría de la Defensa en Santa Lucía y de ahí se fueron directo a Turquía".

“Yo tengo otros datos. Los objetos nunca llegaron a Turquía ni se acercaron a Santa Lucía. Nunca salieron de la Ciudad de México”, dijo.

Cerdeira confirmó este hecho porque donó dos objetos en ese centro de acopio, un papel sanitario y un arroz, a los que les puso un AirTag, un dispositivo de rastreo que se coloca en mascotas o maletas para tener la ubicación de las pertenencias.

“Les instalé un AirTag para poder monitorear sus movimientos. Además, para poderle dar seguimiento inicié una cuenta de Twitter donde iba narrando cómo se movían y, ¿a dónde fueron?”, agregó.

Aunque ambos productos fueron entregados juntos y en el mismo lugar, el papel de baño y el arroz se separaron y para el 15 de febrero, el arroz estaba en el almacén de la Secretaría de Finanzas y el papel en las oficinas de la Secretaría de Gobierno.

“Pensé que de ahí irían a Turquía, pero no fue así. Su paradero fue todavía más extraño, el papel de baño acabó en un mercado en Tacuba" y el arroz terminó en un banco de alimentos que pertenece a un diputado.