El estante, Vol. 64
Volvamos a las rutinas de siempre, al trabajo, al tráfico, a los cafés con los amigos y, ¿por qué no? A las lecturas interminables. Estas son las recomendaciones de esta semana:
"Una señal del cielo", de José Javier Villarreal
Hay momentos en la vida en que lo único que puede reconciliarnos con nuestra existencia es una señal del cielo.
Un libro que haga correr más rápido las horas para sobrellevar el mundo que parece desmoronarse ante nosotros, aunque todo siga su curso: las estaciones del año, los automóviles en la calle, las montañas que rodean una ciudad.
Es este un libro donde la resignación es la única nave para salvarse.
Pero esas aguas no se atraviesan en soledad: está la literatura como compañera, la nostalgia que se vale de cualquier coincidencia para cambiarnos el paisaje.
José Javier Villarreal nos habla en estos poemas de lo que –a decir del yo lírico– no serviría para escribir un poema. Y, sin embargo, en los versos que los componen, no hace otra cosa que acercarnos a la poesía
"Los pánicos principales", de Luis Panini
En Los pánicos principales, Luis Panini, escribe en primera persona sobre el personaje, Luis Panini, y, sin embargo, ni uno ni el otro son el mismo en esta nutrida serie de ritos de paso escolares, sentimentales, familiares y, sobre todo, personales.
Quien pone en acción este texto es la persona lectora, ante la cual el sujeto escindido y volcado en palabras ofrece una confesión a la vez que un aprendizaje, cuya animadora es una vida sexual descubierta entre libros, pornografía, cuerpos, sudor, sangre y semen.
Luis Panini, el autor, sabe bien que el pasado, incluso cuando se reviste de presente, es algo vetusto, vencido, sobre todo, por la luz, como una fotografía que se desvanece.
Este libro nos enseña que no hay fantasía más pura que la que pretende ser verdad, revivir la pátina de una memoria compuesta, más que por los elementos previamente citados, por la palabra que encontramos en todo comienzo, verbo y carne a la vez.
"Los basuras", de Carlos Alberto Román
El protagonista acaba de perder a su madre, quien era su más ferviente seguidora, motivadora y, casi, representante. Le queda una esposa infiel y un hijo. Todos saben que el hijo es del amante, menos él. Un bonito embrollo.
Lo más importante, es que el personaje va a vivir una crisis que lo lleva a replantearse todo lo que ha hecho hasta el momento y hacer unos cambios; a quedarse con las personas que necesita cerca.
También está, brevemente, la historia de los otros Basuras.
"Las siete mafias chilangas", de Sandra Romandía
La vida cotidiana de los chilangos no está regida por las leyes. Está regida por las mafias.
Día a día, lo sepan o no, los habitantes de la capital del país se someten a los dictados de mafiosos del agua, gangsters de los mercados, pandilleros del comercio, líderes de ambulantes, transportistas piratas, cárteles inmobiliarios, sindicatos tenebrosos y tratantes de personas además de la delincuencia común. En la ciudad que alberga los poderes de la Unión, no se mueve una hoja sin que las mafias lo decidan.
En esta obra, un grupo de periodistas de investigación analiza los siete flagelos a partir de los cuales se entiende el tamaño del problema.
Van desentrañando, reportaje a reportaje, cómo es que el desastre actual del Metro por ejemplo sólo se explica a la luz de las facciones que se lo disputan; o cómo es que este pandemónium existe y se fortalece gracias al poder articulador del narcotráfico y la gigantesca y jugosa complicidad de las autoridades establecidas.