El gran emperador del norte

Gerson Gómez DETONA: El Gran Emperador del Norte es la demostración de cuando hasta en el cielo se equivoca: los hacen huecos y guapos.

Mandó llamar a todos los visires del reino. Uno a uno entró por el palacio. Incluso el Gran Visir del reino pasó lista. Los pueblos sin fallar a la reunión.

Temen los berrinches, los antojos, las travesuras y hasta cuando escasamente es educado, cortés y generoso.

A pregunta expresa del emperador del norte, inquirió sobre sus dominios. ¿Por el reino de movilidad son buenos los dichos? Lo confirmaban arrastrando sus cabezas hasta el piso.

¿Por el reino de participación ciudadana, una de las tres entidades con mayor rezago, problema y un compromiso de campaña? Sin duda alguna, mientras limpiaba con sus manos los pies desnudos del Emperador.

¿A caso en el reino del Agua y Drenaje, desde la construcción del viaducto Cerro Prieto, Independencia, la Rodrigo Gómez, hemos tenido falta del suministro al derecho humano? Hasta para ahogarse les enviamos. Si no lo hicieron fue por falta de gusto.

El gran emperador del norte les explico como ignoraría al pueblo. A sus representantes en la corte secular y paralela. Donde un grupo de bellacos apoderases del control político.

Las corretearía a los hermanos, los padres, las esposas y hasta los hijos de sus hijos. Nadie soporta una campaña de una semana en mis mazmorras.

El gran emperador del norte jamás se equivoca. Incluso publicó un decreto para indultarse, de resultar en desacato de la inconformidad, de la queja, en el párrafo siete sección 19 del primer tomo.

Para los fotoperiodistas y los corresponsales de otros continentes, el Gran Emperador del Norte, es la demostración de cuando hasta en el cielo se equivoca: los hacen huecos y guapos.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.