El planeta ya no puede esperar

Alfonso Martínez Muñoz DETONA® que es agobiante la contaminación por plásticos.
La semana pasada no se concretaron acuerdos en Ginebra sobre la reducción de la contaminación por plásticos, pero el planeta ya no puede esperar.

La reunión, que terminó apenas el pasado viernes 15 de agosto, correspondió a la segunda parte de la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5.2), convocada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Este camino inició en 2022, cuando más de 170 países aprobaron en Nairobi una resolución histórica para elaborar un tratado jurídicamente vinculante que regule todo el ciclo de vida de los plásticos a nivel mundial.

Desde entonces, se han realizado rondas en Punta del Este, París, Nairobi, Ottawa y dos en Ginebra.

El objetivo de esta última reunión era facilitar el camino para un acuerdo global elaborando un borrador final que pudiera aprobarse en Busan, Corea del Sur, a finales de este año.

Sin embargo, la sesión concluyó sin acuerdos sustantivos.

Más de 120 países, entre ellos la Unión Europea y un bloque amplio de naciones africanas y latinoamericanas, exigieron un tratado ambicioso que incluya limitar la producción de plásticos vírgenes, establecer estándares de diseño sostenible y regular todo el ciclo de vida del material.

En contraste, las grandes potencias productoras de petróleo y químicos, encabezadas por Estados Unidos, Arabia Saudita y Rusia, bloquearon cualquier referencia en el texto del acuerdo a la reducción en la producción, defendiendo que el tratado se centre únicamente en la gestión de residuos y el reciclaje.

México participó activamente en esta ronda y jugó un papel relevante en dos frentes:
  1. Reconoció que en esta etapa aún no era factible imponer límites estrictos a la producción, pero insistió en que el tratado debía fortalecer sus disposiciones sobre producción y consumo sostenibles.
  2. Encabezó junto con Suiza la propuesta de incluir medidas vinculantes para regular productos plásticos problemáticos y sustancias peligrosas.
El trasfondo de esta disputa es alarmante.

Cada día se generan más de 400,000 toneladas de residuos plásticos en el mundo.

Apenas entre un 9% y 10% se recicla de manera efectiva; el resto se quema, se entierra o termina en el ambiente.

En los océanos flotan ya más de 150 millones de toneladas de plásticos, y cada año se añaden entre 8 y 12 millones de toneladas adicionales.

A ello se suma la presencia de micro plásticos detectados en todos los rincones del planeta e incluso en nuestros propios cuerpos.

La falta de acuerdos en Ginebra no debe interpretarse como un fracaso definitivo, sino como una evidencia de lo difícil que resulta transformar una industria globalizada y poderosa.

No obstante, un tratado débil sería peor que ninguno: legitimaría la inacción mientras la crisis se profundiza.

Si el consenso global resulta imposible, la vía seráquizás que una coalición de países comprometidos avance con compromisos firmes y arrastre al resto.

Debemos de tomar en cuenta que la ciencia ha advertido que en menos de dos décadas la cantidad de plásticos en los mares podría triplicarse.

Cada día sin compromisos efectivos es un día en el que toneladas de residuos se acumulan generando un problema que tardará siglos en resolverse.

El mundo no puede esperar.

Lo que no se logró en Ginebra debe lograrse en Busan, con voluntad política y responsabilidad histórica.

El planeta y las futuras generaciones no pueden seguir pagando la factura de nuestra indecisión.
https://vimeo.com/1089261994
https://vimeo.com/1015118818
Alfonso Martínez Muñoz

Tiene un doctorado por la Facultad de Agronomía y Forestal en la Universidad de Gotinga, de Alemania. Cuenta con un post grado en el Colegio de Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Utah. Se especializó en Gestión Ambiental Urbana en Singapur. Es Secretario del Medio Ambiente del gobierno de Nuevo León. Ha trabajado en el Plan Integral de Gestión Estratégica para la Calidad del Aire (PIGESA), uno de los pilares de la actual administración estatal. Participó en la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). El evento tuvo lugar en Cali, Colombia y fue invitado por el gobierno de la Gran Bretaña.