El retrato sincero

Gerson Gómez DETONA: Cada uno de esos cuadros recuerda quienes somos en la creación. El papel central. La esperanza.

Buscamos en la red mundial. Lo hacemos llevados por la curiosidad. Entre los lodazales, las noticias de magra importancia y cada esquina de un mundo venido a menos.

Por eso cuando encontramos la nota positiva la compartimos. Provocadores de alegría. De la sonrisa necesaria. Antes de salir a la calle. Para enfrentarnos a conductoras furibundas, maridos desesperados por huir de casa, oficinistas maquillándose y estudiantes distraídos en los dispositivos móviles.

Planeta tierra rodeado de mares. Somos más de siete mil millones de seres humanos. Muchos de ellos ciegos de la prisa, la banalidad y el exotismo de sus creencias.

Los videos, tan actuales, de peleas, balaceras, bulín y repeticiones de anotaciones de gol, con la magia del segundo expectante, también guardan en la memoria, las maravillas de quienes han pasado del rezago a la plenitud.

Completamos la serie de imágenes, donde infantes de todas las razas, ha visto con claridad los cuadros cotidianos. La sorpresa de enfocar a sus seres queridos. Al distinguir a sus padres. Los colores. El medir las distancias de manera correcta.

Esos rostros tristes y dolientes a los agradecidos. Con la sonrisa mayor de todo el universo.

También a quienes les han colocado aparatos o implantes auditivos. Al escuchar por primera vez el sonido de la voz de sus padres, el canto de las aves silvestres.

Cada uno de esos cuadros recuerda quienes somos en la creación. El papel central. La esperanza.

Y eso, en tiempos de guerra, no es poca cosa. Lo es todo.
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.