El verano de la prensa mexicana
Decían que las instituciones autónomas irían cayendo una por una ante el arrasamiento del régimen tiránico de la 4T.
La prensa, los medios, no serían excepción.
Y miren lo ocurrido de la elección del 1 de junio a la fecha, 100 días.
La prensa documentó a profundidad el grosero fraude de los acordeones y, creo, marcó para siempre la legitimidad del nuevo orden judicial.
Los medios, también, acompañaron y se apoderaron de las notas sobre las grotescas vacaciones de la crema oficialista, sus ridículas justificaciones y enredos.
No recuerdo una cobertura así, nunca.
Diarios, desvelaron las redes de colusión entre poderosos gobernantes de Tabasco y los grupos criminales: no hubo forma de desmentir.
Ahora estamos en el registro de la punta del iceberg del que quizá acabe siendo el mayor caso de corrupción gubernamental del que se tenga memoria en décadas, un caso al que hasta hace poco el oficialismo calificaba de “calumnias”: el huachicol fiscal comandado por marinos, agentes aduanales y vaya Dios a saber qué más se encuentre.