Gilbert O'Sullivan, arte, cultura, historia o una apología a la pederastia.
Interés especial merecen apología y pederastia que son palabras no tan frecuentemente utilizadas en el diario léxico que nos caracteriza.
Apología es un sustantivo femenino que se utiliza para describir un discurso de palabra o por escrito de una defensa, alabanza o magnificación de la bondad o beneficencia de alguien o algo.
La pederastia es la atracción erótica hacia los niños, entiéndase las personitas menores de edad o el abuso sexual de ellas.
Ante estas definiciones y semejante título del artículo de hoy, la mayoría de la perrada quedamos anonadados, confundidos desorientados, impresionados, casi como presenciar un pleito entre dos familiares, dos hermanos, padres o hijos, sobrinos o tíos, en los que hay sangre de por medio como en la película "There will be blood" (Petróleo sangriento).
Que no es para ternuritas, almas rositas o corazones de pollo, en la perrada habemos de todo y hasta podemos desmayarnos de la impresión, zumbarnos los oídos, marearnos en extremo, ver borroso, cantar la guácara (vomitar).
O sentir que nosotros no somos nosotros, de manera extrema pudieran fallarnos los esfínteres, esperemos que en caridad del Señor lo anterior nos ocurra y pidamos presenciar de manera incólume el reguero de sangre, así sea la de nosotros.
Volviendo al tema Gilbert O'Sullivan es el nombre artístico del camarada irlandés nacido en 1946, va para los 80 años; (Raymond Edward O'Sullivan es su nombre verdadero) cantautor muy exitoso por los 1970 y sus éxitos más sonados en nuestros lares fueron Alone again y Clair.
Que incluso me puedo atrever a asegurar que su éxito y gusto entre la perrada seguidora del soft rock pop continuan hasta la actualidad. Uno se pregunta qué pensaba Gilbert O'Sullivan o en qué se inspiraba Gilbert O'Sullivan cuando escribió y musicalizó "Clair" al parecer dedicada o inspirada por la hija de su representante y apoderado Gordon Mills.
La obra es de una perfección inusitada, letra y música encajan y se engarzan a la perfección de manera genial, rítmica y pegajosa, sin embargo insisto, leánle, escúchenle, analícenle, revisénle y vemos y veremos si coincidimos en lo mismo o nomás soy un muy vulgar malpensado, o lo que es pior (pior es peor que peor) que me esté proyectando (inconscientemente por supuesto) o realmente representa una apología a la pederastia.